Hace unos días os hablamos por primera vez de la película convertida en serie llamada Faraway Downs. Uno de los grandes estrenos de Disney para este final de año. La historia de este estreno es bien curiosa.
Australia, del director Baz Luhrmann, fue un éxito de taquilla en todo el mundo, aunque no causó una gran impresión en Estados Unidos. Y Faraway Downs es el intento de Luhrmann de remediarlo: una historia ampliada y dividida en seis partes sobre una aristócrata británica viuda, un rudo ganadero y un joven aborigen llamado Nullah.
Una serie para reivindicar una gran película
Australia fue una especie de regreso a las antiguas epopeyas de antaño. Protagonizada por dos estrellas de Hollywood, llena de espectáculo y con tres personas atrapadas en la incesante marcha de la historia mundial, incluido el bombardeo de Darwin durante la Segunda Guerra Mundial.
Con una hora de metraje adicional, Faraway Downs ofrece aún más romance y espectáculo que la película australiana, de 2 horas y 45 minutos de duración.
Esto significa que el personaje de Kidman, la viuda y más bien remilgada Lady Sarah Ashwell, se siente atraída por el fornido arriero interpretado por Jackman, que ayuda a restaurar la fortuna de la destartalada explotación ganadera de su difunto marido, la titulada Faraway Downs.
La serie también profundizará en las perspectivas indígenas de la película, incluida la historia de las “Generaciones Robadas”, en las que niños aborígenes birraciales fueron separados a la fuerza de sus familias.
Prepárate para quedarte boquiabierto, seis veces como mínimo, con la nueva miniserie cinematográfica del director Luhrmann. Si tienes dudas sobre si esta película puede ser de tu estilo, echa un ojo a este artículo que lanzamos hace unos días.
Para nosotros, Australia es un canto a la nostalgia, al amor y al cine clásico, donde dos personas se quieren tanto que harán lo que haga falta por estar juntos y que el amor triunfe. Pocas veces dos protagonistas están más guapos en pantalla que Hugh Jackman y Nicole Kidman en este film.
