Publicidad

Artículo

Olimpiadas sin medalla

Pierre

Pierre

  • Actualizado:

Cada evento deportivo mundial incita la creación de un nuevo videojuego, y los Juegos Olímpicos de Beijing ya están a la vuelta de la esquina. Así que Sega ha tomado el relevo y nos presenta su versión del videojuego oficial

Los Juegos Olímpicos de Beijing comenzarán en poco más de un mes y la fiebre Olímpica comienza a invadirnos. Como no podía ser de otra forma, los videojuegos se aprovechan de todas estas fiebres mundiales y el videojuego oficial saldrá apenas unos días antes de la inauguración.

Es un año olímpico, Konami ha querido aportar su granito de arena con el reciente New International Track & Field, de Nintendo DS, que nos ha dejado buen sabor de boca. Sin embargo, este Beijing 2008 es el juego oficial, es un simulador de deportes olímpicos y debe estar a la altura de lo que se espera de él.

En Beijing 2008 nos encontraremos casi todas las pruebas olímpicas. En total son 38 eventos diferentes, cubriendo todas las disciplinas deportivas. Creemos que no nos equivocamos al afirmar que es el juego olímpico con más pruebas de la historia.

Control diferente…
Cada prueba se juega de una forma diferente. A excepción de otros juegos donde machacar los botones del mando era el único movimiento que se tenía que hacer, en Beijing 2008 se ha intentado innovar en este aspecto. Es un hecho que es difícil trasladar a un videojuego el control de pruebas tan diversas como la gimnasia, halterofilia, equilibrio en barra fija, paralelas, las anillas, carreras de todo tipo, lanzamiento de jabalina o martillo, y así una larga lista.

Sin embargo, en Beijing 2008 el control es específico para cada prueba, y no sólo intenta darle realismo al juego, sino que quiere ofrecer diferentes retos al jugador. Como comentaremos más adelante algunas pruebas han salido mejor paradas que otras.

En las pruebas de potencia, como los 100 m. lisos sí que tenemos que pulsar los botones rápidamente, pero en otras contará la habilidad más que la fuerza bruta. Por ejemplo, en los 1500 m. deberemos mantener un ritmo de carrera mediante los botones, pero sin perder de vista el cansancio del corredor.

En otras pruebas como la gimnasia rítmica deberemos pulsar una combinación de botones a medida que la gimnasta toque el suelo con sus pies o manos. Un sistema simple pero muy efectivo y realista respecto a esta categoría deportiva. En la prueba de las anillas, el uso de los sticks para mantener el equilibrio es lo principal. Las pruebas de tiro y arco se utiliza una mirilla para apuntar, y además deberemos controlar la respiración o estar atentos a la velocidad el viento.

… control difícil
Aunque la innovación es digna de elogio, la verdad es que en general los controles no siempre funcionan bien. En las pruebas de correr, por ejemplo, se deberá pulsar alternativamente los botones para correr, sin embargo es tremendamente difícil hacerlo a la perfección y el juego penaliza si no lo haces correctamente. El resultado es una dificultad exagerada para entrar en los primeros puestos.

Las pruebas de natación, la idea es mover los dos sticks del mando, uno en dirección de las agujas del reloj y el otro al contrario, sin olvidar pulsar el gatillo cuando el nadador toque la pared de la piscina. También es difícil realizar el movimiento a la perfección y mantener un ritmo rápido al mismo tiempo.

En el tenis de mesa jugaremos controlando al deportista y pulsando los botones para darle a la pelota. Lo que podría ser un juego extra de ping pong se convierte en una prueba muy dura por la dificultad que entraña devolver la pelota. Y en otras pruebas como el judo, el control es tan extraño que perderemos sin saber siquiera cómo.

No, no es un problema de ser buenos o no tan buenos jugando, es la perfección sobrehumana que exige Beijing 2008 para siquiera entrar en los puestos de clasificación más bajos. Además, el juego es muy duro con el mando, por lo que es aconsejable jugarlo con precaución para no romper el periférico.

Demasiados errores
Beijing 2008 da la sensación de estar inacabado desde el primer momento. Los menús son simplistas, no hay ningún modo de juego extra y las opciones están limitadas al sonido. Todo sería perdonable si el juego ofreciese una jugabilidad bien asentada, pero al contrario, todo parece demasiado caótico y dejado al azar. Algunos ejemplos.

En las pruebas podremos activar la cámara lenta. Es una habilidad especial que se gasta y tarda en recuperarse, por lo que hay que utilizarla consecuentemente. Esta habilidad es útil sólo en ocasiones, más concretamente en pruebas de precisión o cuando tengamos que pulsar un botón en un momento determinado. Por el contrario es del todo absurdo utilizarla en pruebas de correr, o en otras como el judo o la halterofilia.

Además, hemos encontrado un error muy grave y es que al activar la cámara lenta se hace un zoom sobre la imagen de la pantalla. Esto provoca que en algunas pruebas como en el lanzamiento de pértiga la ventana con la que controlamos el ángulo de lanzamiento desaparezca de la pantalla por el zoom, haciendo imposible controlar el ángulo porque no lo vemos.

En las Olimpiadas no hemos encontrado los mínimos de clasificación para cada prueba. El juego no nos informa en ningún momento, ni antes, ni durante, ni después de los intentos. Es obvio que en pruebas de correr, por ejemplo, sólo se clasificarán los tres primeros. Pero en otras pruebas, como las de salto, tiro, o lanzamiento, donde para pasar a la siguiente fase deberemos cumplir un mínimo, no se nos indica y tendremos que presuponerlo mediante la clasificación de otros competidores.

Extrañas Olimpiadas
Beijing 2008 tiene un modo de Entrenamiento donde podremos participar en las pruebas libremente y sin presión, y las Olimpiadas. También será posible competir contra amigos en la misma consola o en online, en un modo Competición, pero que en realidad no se diferencia mucho del Entrenamiento.

El sistema de juego principal, la Olimpiada, es cuanto menos extraño. Comenzaremos en el primer día de competición, de los 17 que habrá, y en el que tendremos que asignar primero unos puntos de experiencia entre habilidades como Potencia, Precisión, Velocidad, Agilidad, etc. A medida que pasen los días conseguiremos más puntos de experiencia, aumentando inverosíblemente la fuerza y habilidad de nuestros atletas conforme avance la competición.

Por si fuera poco, cada día de la Olimpiada tendremos un objetivo a cumplir. Primero puede que nos pidan clasificarnos en una prueba, más tarde en cuatro pruebas, conseguir alguna medalla de bronce, o el oro. Cada vez será más difícil conseguir ese objetivo diario, y si no lo hacemos perderemos la partida y abandonaremos la Olimpiada.

Este concepto es irreal porque puede suceder que en un día determinado se nos exija ganar el oro en el lanzamiento de martillo, y si no lo conseguimos no podremos jugar en la final de los 100 m. lisos a pesar que nos hayamos clasificado en ella tres días atrás.

Gráficos y sonido
Gráficamente el juego supera el aprobado. Los modelos de los atletas se han creado correctamente, sin sorprender, pero bien modelados. Son las animaciones las que otorgan un aspecto realista a todo el conjunto. Los estadios y espectadores, así como el mobiliario deportivo también cumplen su cometido, incluso Beijing se permite el lujo de una inauguración con fuegos artificiales al principio de la competición.

Es posible activar a los comentaristas para que narren los eventos, sin embargo mientras el juego está traducido al castellano, y el anunciador del estadio está doblado al castellano, los comentaristas hablan en inglés. El resultado es extraño, escuchar algunas cosas en castellano y otras en inglés. El resto de sonidos se quedan en el aprobado.

Otras Olimpiadas fallidas
Las primeras sensaciones con Beijing 2008 fueron muy satisfactorias la verdad, pero a medida que pasaban las horas de juego la realidad salía a flote. El variado control del que hace gala el juego se vuelve contra el jugador a las pocas partidas. El sistema de la Olimpiada no solo es extraño, sino que no es realista, a pesar de ser este un simulador. El juego está plagado de pequeños errores que impiden jugarlo satisfactoriamente, y además la consola hace trampas para ganar de una manera descarada (los sprints de los atletas rivales no podemos realizarlos nosotros ni soñando). En general una buena decepción para aquellos que esperen un juego Olímpico en condiciones.

Lo mejor
– El juego oficial de las Olimpiadas
– Las pruebas de tiro
– Muchos eventos

Lo peor
– Control innovador pero difícil
– Muchos fallos pequeños
– Olimpiada irreal

Pierre

Pierre

Lo último de Pierre

Directrices editoriales