Concentrarse es todo un reto. Seguro que cuando estás realizando una actividad durante tu día a día hay momentos donde no eres capaz de centrarte en lo que estás haciendo. No te preocupes, es algo completamente normal, aunque lo bueno es que tiene solución. Hoy en Softonic te vamos a traer 4 ajustes de Windows que te ayudarán a concentrarte. Algunos son muy simples.
El famoso modo oscuro
Que el modo oscuro esté cada vez más presente en las aplicaciones móviles no es por casualidad. Los diseñadores y desarrolladores saben que este se utiliza gracias a muchos aspectos, como el menor consumo de batería o una mayor elegancia en los menús. Sin embargo, también hay un factor añadido: está comprobado que para el ojo del ser humano es más agradable.
El modo oscuro permite un mayor grado de concentración. El usar menos brillo en pantalla es algo fundamental para que nuestros ojos no sufran, lo que a su vez provoca que la cabeza no nos duela y un sinfín más de procesos que es posible que conozcas. Puedes activarlo a través de esta app.
Elimina la luz azul al llegar la noche
Hemos hablado en más de una ocasión de la famosa luz azul. Esta, al igual que el brillo en sí, puede dañar nuestros ojos, de ahí que reducir su consumo sea muy importante. Windows 10 tiene un modo para ajustar esta automáticamente a partir de una hora, pero si lo que te gustaría es modificarla en cualquier momento, descárgate F.lux.
Su modo de uso no tiene complicaciones: una barra con la que se pueden ajustar parámetros. Fin.
Escritorio limpio y pocas apps
Esto no es un ajuste como tal, sino más bien una técnica de productividad. Cuanto más limpio tengas el escritorio, mejor. De esta manera, la idea es que no haya muchos iconos de programas, al igual que tampoco carpetas, documentos, etc.
Lo importante es tener bastante diáfano todo lo que es nuestro centro de trabajo. Cuantas menos cosas veamos en la entrada, así como en la barra de tareas, más fácil para nosotros.
El segundo monitor, sólo para cuando toque
Cerramos con este ajuste. Si eres de los que utiliza dos monitores para trabajar, desconecta el segundo en cuanto no lo utilices para este cometido. En ocasiones recurrimos a este segundo display para tirar de vídeos, música u otros productos que, al final, van a terminar entreteniéndonos. De nosotros depende que nuestra tarea sea certera y eficiente.
