El pasado 4 de febrero, un supuesto globo espía chino fue visto sobrevolando las tierras estadounidenses. Tras el avistamiento, un caza estadounidense F-22 Raptor derribó dicho globo por orden de Joe Biden. El suceso dio mucho de qué hablar en su momento y se especuló con que China estaba usándolo para espiar al país americano. Sin embargo, parece que la realidad es mucho menos interesante de como la pintaban: el globo chino no espió nada.
El “globo espía chino” que alertó a todo Estados Unidos
Es probable que estés al tanto de que las relaciones entre China y Estados Unidos no pasan por su mejor momento. Y por si fuera poco, la siguiente situación solo logró causar más tensión si cabe. Durante el mes de febrero, un globo chino fue descubierto sobrevolando el norte de Estados Unidos. Aunque no es la primera vez que se haya visto por los cielos estadounidenses dispositivos de características similares, este llamó la atención por ser visible incluso desde el suelo.
El Departamento de Defensa estadounidense inmediatamente señaló a China como la responsable de dicho globo. Y tuvieron razón: la propia China terminó admitiendo que era suyo. Tras la orden de derribo del 4 de febrero, el Gobierno de Estados Unidos rescató varios “restos significativos” del aparato caído (que se encontraba en el océano Atlántico, en aguas de Carolina del Sur) y detectaron sensores y tecnología destinadas a la comunicación electrónica. Entre ellos, se encontraban varias antenas de geolocalización.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores chino negó de forma tajante que el globo estuviera destinado a tareas de espionaje o similar. La explicación que dio el gigante asiático era que se trataba de un simple globo meteorológico que había perdido su rumbo debido a los fuertes vientos.
Estas declaraciones de poco sirvieron a Estados Unidos, que aseguraba que se trataba de un dispositivo de espionaje y que actuó de forma inmediata para que no recolectase información. Lo cierto es que el globo era capaz de grabar vídeo y tomar fotos para después, enviar los datos a China. Aún con todo esto, la verdad es que los restos del globo revelaron que no contenía información ni envió nada a ningún sitio.
Durante una rueda de prensa, el general de brigada Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, fue quién confirmó recientemente que el globo no recogió información mientras sobrevolaba Estados Unidos: “tal y cómo dijimos en su día, adoptamos medidas para mitigar los posibles intentos de recopilación (de información) desde el globo”. Por si esto no fuera suficiente, el resultado de las investigaciones también ha determinado que la tecnología del globo era estadounidense y que se podía adquirir fácilmente a través de Internet. Tampoco se trataría de algo raro, ya que no es la primera vez que se utiliza equipamiento del país en otras “operaciones ajenas”.
¿Estaba China diciendo la verdad? ¿Puede que a Estados Unidos se le fuera la mano un poco con el asunto? Lo cierto es que la situación ha generado una gran paranoia entre los ciudadanos estadounidenses y tampoco ha favorecido precisamente las relaciones entre Estados Unidos y China.
Por la otra parte, el país asiático también ha acusado a Estados Unidos de haber enviado decenas de globos durante el pasado año. Al final, que ambos países se tengan controlados es lo más lógico del mundo; estamos hablando de las dos grandes superpotencias en estos momentos. No obstante, la clave está en cómo se obtiene esa información y a través de qué medios.
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