El cine quinqui es algo eminentemente español, o al menos eso creemos. Pero lo cierto es que si echamos un ojo a cualquier otro país europeo nos damos cuenta de que tienen sus propias películas de este estilo, y más si nos centramos en Francia. La cuna del cine dejó claro con la Nouvelle vague que otra forma de hacer cine es posible, y hoy en día siguen llevando esta idea al límite.
Hace tan solo dos años se estrenó en Francia una de las mejores películas de esta guisa, Titane, que llevó a la directora Julia Ducournau a ser conocida mundialmente. Y ahora es otra directora novel la que se está haciendo con el público. Su nombre es Lola Quivoron y la película en concreto es Rodeo.
Rodeo, una película sobre motos y suburbios
Cuando hablamos de cine quinqui nos referimos a historias suburbiales de lo más terrenales y dramáticas, y en este contexto encaja a la perfección Rodeo. La película cuenta la historia de Julia, una joven inadaptada que sale adelante con sus pequeños trapicheos. Julia tiene tiene una pasión voraz, casi animal, por el motociclismo, lo que la lleva a meterse en más de un lío por este hobby.
Un día de verano, Julia conoce a una pandilla de moteros aficionados al motocross sobre asfalto, una moda que consiste en conducir a toda velocidad y realizar figuras acrobáticas con la moto, casi siempre sin casco. Poco a poco, la protagonista se infiltra en este universo clandestino, formado principalmente por chicos jóvenes, hasta que un accidente pone en riesgo su posición en la pandilla.
La película ha sido toda una sorpresa en Francia, y ahora comienza su andadura internacional yendo de los festivales a las salas comerciales. Sin duda, es una gran propuesta que provocará que el nombre de Lola Quivoron salga a la palestra.