Las nominaciones de los premios Oscar de este año han ensalzado por encima del resto las películas Oppenheimer y Pobres Criaturas. Pero, más allá de otros filmes muy destacados como Barbie o Los asesinos de la luna, también ha habido hueco para sorpresas que nos han dejado boquiabiertos.
Dos de las sorpresas más importantes han sido las de La sociedad de la nieve y Robot Dreams. dos películas españolas que se han colado entre las nominadas. La primera, de Netflix, estaba cantada por encima de todo en mejor película internacional. Pero la segunda ha pasado algo más desapercibida y, sin embargo, es de una calidad sublime.
Una historia reflexiva sobre la dependencia emocional
Robot Dreams ha sido nominada a mejor película de animación junto a otras internacionales como Spider-Man: Across the Spider-Verse y El chico y la garza. Sin duda, se trata de un exitazo brutal para un filme español, pero no es de extrañar teniendo en cuenta que ya ganó el premio a la mejor película europea de animación.
Basada en el popular cómic de la autora Sara Varon, Robot Dreams cuenta la historia de Dog, un perro antropomórfico solitario que vive en Manhattan. Un día decide abandonar la soledad construyéndose un robot, para que sea su amigo y le acompañe en todo. Su amistad crece, hasta hacerse inseparables, al ritmo del Nueva York de los 80. Pero, una noche de verano, Dog, con gran pena, se ve obligado a abandonar al robot en la playa.
Se trata, por tanto, de una historia melancólica y hasta triste que te hará reflexionar como espectador y hacerte pensar de qué momentos está construida la vida. Tan importante y global es que ha llegado a convertirse en un referente internacional de altura, y se espera que siga cosechando premios más allá de ganar o no el premio Oscar (que lo vemos difícil, sinceramente).
