En el ranking de películas malditas podríamos tener historias tan llamativas como las de Apocalypse Now, El hombre que mató a Don Quijote o Poltergeist. Sin embargo, todos estos filmes se llegaron a estrenar con mayor o menor éxito, algo que no podemos decir sobre la que ahora es considerada como la película más maldita de la historia: The Day the Clown Cried.
Rodada hace la friolera de 52 años, esta película escrita, dirigida y protagonizada por Jerry Lewis (El profesor chiflado, El rey de la comedia) se estrenará por fin este 2024. Es un suceso prácticamente inédito en la historia del cine, y las causas por las que no se llegó a estrenar en su día son de lo más curiosas.
La película que nunca debió hacerse
The Day the Clown Cried versa sobre un payaso de origen alemán al que encierran en un campo de concentración después de burlarse de Adolf Hitler una vez sube al poder. Es allí donde le encargan una tarea despreciable pero a la que no puede negarse: engañar a los niños judíos para encaminarlos hacia su muerte, disfrazado de payaso y teniendo que ocultar todo lo que siente en su interior.
Esta premisa hizo que la película ya fuera polémica en su momento, pero a la vez llamaba mucho la atención: bien hecha, podría significar premios seguros para Lewis. Sin embargo, no todo salió como se esperaba, y su no-estreno no llegó a causa de su sinopsis tan oscura, sino más bien a un problema del pobre director y actor.
“Era mala, y era mala porque perdí la magia. Nadie la verá nunca porque me avergüenza mi pobre trabajo“, aseguró Lewis en su momento como excusa. A esto se suma la afirmación del actor Harry Shearer en 1992, que pudo ver el montaje final: “es tan drásticamente errónea, su pathos y su comedia están tan salvajemente fuera de lugar, que no podrías, en tu fantasía de cómo podría ser, mejorar lo que realmente es”.
A esto se sumaron problemas financieros por parte del productor Nat Wachsberger, que originó pérdidas por valor de 2 millones de dólares de la época. La película, en general, fue un desastre, así que decidieron no sacarla a la luz. Sin embargo, en 2014 Lewis cambió de opinión y dio una copia a la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en 2014. Su única condición fue que nadie podría verla hasta pasados 10 años. Y, sorpresa, estamos en 2024. Con Lewis fallecido y la curiosidad en mayor alza que nunca, es el momento de ver esta obra maldita.
