La campaña de Call of Duty: Modern Warfare 3 ha sido para muchos jugadores una de las mayores decepciones del año. Tras prometernos la primera campaña de un COD con mundo abierto y una gran libertad de elecciones, nos hemos encontrado con una trama insípida, con poca cohesión, muy corta y, para colmo de los colmos, llena de bugs.
Obviamente, la prensa especializada no ha pasado por alto todo esto, más después de que conociéramos el corto tiempo de desarrollo con el que contó el estudio Sledgehammer Games (tan solo 16 meses) por imposición de la propia Activision Blizzard, y lo ha puesto a caldo. Sin embargo, la campaña de Modern Warfare 3 también nos ha devuelto al mejor personaje de toda la saga Call of Duty.
En efecto, estamos hablando de Riley, el fiel perro militar de Call of Duty Ghosts, que acompañaba en algunas misiones del juego al propio Ghost (el segundo personaje favorito de los fans de la saga). Este buen chico es un huevo de pascua de la última misión de Modern Warfare 3, donde tendremos la ocasión de interactuar con él y olvidarnos por un momento de la trama.
Nos encontraremos con Riley en la misión “Caballo de Troya”, donde nuestro antiguo aliado detector de bombas estará quieto, supuestamente esperando a su dueño, que está comprando palomitas en un puesto ambulante. Lo mejor de todo es que no será un simple NPC más, sino que podremos acariciarlo una y otra vez, hasta lo que nuestro corazón nos permita.
La posibilidad de acariciar a los perretes y otros animales en los videojuegos es una tendencia a la que se han sumado cada vez más estudios gracias, sobre todo, a la gran popularidad de la cuenta de Twitter Can You Pet The Dog, que nos muestra aquellos juegos en los que tenemos la posibilidad de mostrar nuestro amor a estos seres de luz, o aquellos en los que (por alguna razón completamente inexplicable) no tenemos esa opción.
