Está claro que Disney no está en su mejor momento en lo que a animación se refiere. Y es que, mientras sus grandes éxitos cada vez lo son menos, filmes de otras compañías como Dreamworks o hasta Netflix le dan el sorpasso cada poco tiempo. Este año ha ocurrido con Nimona, película que ha sido nominada al Oscar y cuya crítica ha superado a apuestas como Elemental. Pero lo cierto es que la compañía del ratón Mickey podría haberse aprovechado de este filme mucho antes.
Originalmente, el proyecto pertenecía a Disney… más o menos. Realmente, Nimona iba a ver la luz bajo el estudio Blue Sky, ya que es una adaptación del famoso cómic de ND Stevenson. Este estudio pertenecía a Fox, y cuando Disney compró la compañía, cerró el estudio y tuvo que cancelar el proyecto… a pesar de que la producción ya se había completado al 75%.
La película estaba prácticamente completada
Tal y como informan, a la producción tan solo le quedaba un año para completarse, así que de haber querido seguir adelante, Disney lo habría tenido muy fácil y el éxito podría haber sido suyo. Sin embargo, al cerrar el estudio, Nimona acabó recayendo en manos de Anapurna y Netflix, y ha sido la plataforma de streaming quien finalmente le ha dado luz verde a esta joya audiovisual.