En la era digital en la que vivimos, la privacidad se ha convertido en una pieza clave para mantener la seguridad y el control de nuestra información. La privacidad en línea no solo garantiza nuestra seguridad, sino que también hace que nuestros datos sigan siendo nuestros y es clave para evitar que nuestros hábitos acaben volviéndose contra nosotros al caer en malas manos.
Cada vez que navegamos por la web, dejamos huellas digitales que son rastreadas y utilizadas por terceros con fines que van desde el marketing hasta actividades más perjudiciales como la de calcular el precio máximo que estamos dispuestos a pagar por un billete de avión, por ejemplo. De ahí que una navegación segura y privada sea algo fundamental en el ciberespacio y algo que, sorprendentemente, va de la mano de navegar a pantalla completa.
¿Qué es el fingerprinting?
Para abordar adecuadamente cuestiones de privacidad en línea, es vital entender el término “fingerprinting”. Este concepto se refiere a las técnicas que utilizan algunas empresas y sitios web para recopilar información única sobre nuestros dispositivos y hábitos de navegación. Tal información incluye el sistema operativo, la versión del navegador, las extensiones instaladas, las fuentes disponibles, los ajustes de la pantalla, entre otros. Estos datos, cuando se combinan, pueden formar una “huella digital” única que puede ser utilizada para identificarnos y rastrearnos en la web.
El fingerprinting es una situación que afecta a todos los navegadores y sistemas operativos, pues utiliza el mismo funcionamiento del navegador sin el cual no podríamos movernos por la red. Aunque algunos navegadores ofrecen más privacidad que otros, destacar aquí el gran trabajo que hace Safari, ningún navegador puede garantizar la privacidad absoluta en cuanto a las huellas que dejamos al navegar. Además, incluso con el uso de una VPN o el modo incógnito, se nos puede rastrear a través de fingerprinting. No es, ni de lejos, una solución, pero sí algo más que podemos hacer en nuestro arsenal de recursos frente al rastreo: navegar a pantalla completa a pantalla completa.
Tantas combinaciones, que las posibilidades nos identifican
Cada dato de los que se recogen del navegador al visitar un sitio tiene un impacto diferente en nuestra identificación. Si usamos el navegador en inglés o en español, por ejemplo, cambia poco. Hay millones de personas con el idioma español y millones con el idioma inglés. De las diferentes mediciones, hay una que destaca, porque ¿cuántas personas estarán navegando exactamente con una ventana de 1224×935 px?
Con lo grande que es el mundo, puede que más de una y de dos, pero la identificación es mucho, mucho más fácil. Si a este le sumamos el idioma del navegador, la zona horaria y alguna información de los plugins instalados, tenemos una huella única, una que nos identifica.
Al haber tantas combinaciones posibles de tamaño y disposición de ventana, este dato se convierte en una característica prácticamente única y personal de cada usuario. Mientras, al navegar a pantalla completa, todos los usuarios —de un mismo tipo de dispositivo— presentan el mismo tamaño de ventana. Esto hace que la información recogida sea menos útil para los rastreadores, ya que la uniformidad del tamaño de la ventana reduce su capacidad para distinguir entre diferentes usuarios.
Ciertamente, es un detalle menor. Más allá de la curiosidad, pero, lo cierto es que, si encima de navegar de forma más privada, podemos gozar de más espacio de navegación, quizá podemos planteárnoslo más a menudo. Como hemos empezado diciendo, ni de lejos es una solución definitiva al fingerprinting, pero sí una pequeña ayuda que dificulta algo más que se nos pueda seguir por internet con demasiada facilidad.
Mientras esperamos iOS 17 y su sistema antitracking, este es un hábito que nos permite reducir la cantidad de información personal que se recoge y, por tanto, limitar la eficacia del fingerprinting. La privacidad en línea, al fin y al cabo, es un derecho que todos podemos proteger, y cada pequeño paso que tomamos para preservarla cuenta.
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