Se avecina un futuro desolador. O eso es lo que creen los multimillonarios, al menos. Quién sabe, puede que razón no les falte. Y es que tampoco es muy difícil llegar a esa conclusión si tenemos en cuenta lo que pasa en el mundo: guerras, falta de recursos, crisis económicas y sociales… ¿son estas las razones por las cuáles los ricos están comprando búnkeres y contratando personal militar para su protección?
El supuesto fin del mundo es una situación que las grandes fortunas ven cada vez más cerca y es por eso que quieren prepararse como es debido. Douglas Rushkoff, escritor, intelectual y teórico ciberpunk mundialmente reconocido, ha estado estudiando a fondo este fenómeno y explica cómo los ricos están cada vez más aislados del peligro real que suponen sus acciones. Si bien muchos millonarios afirman querer salvar el mundo, la realidad dista mucho de estas supuestas nobles acciones. Al final, todos buscan protegerse del daño que saben que están cometiendo y quieren escapar del resto de mortales, tal y cómo explica Rushkoff.
Sin embargo, escapar y protegerse no es suficiente: hay que hacerlo con todo tipo de lujos posibles. Algunas compañías como Rising S Bunkers o Terravivos han visto como la demanda por refugios ha aumentado de forma considerable. Ya en 2016, Rising S Company experimentó una subida del 700% en los encargos de búnkeres. Sin ir más lejos, la guerra de Ucrania provocó que en España aumentase en un 90% las peticiones de búnkeres, según Underground Building.
Además, a estos lugares nos les falta de nada. Almacenes de comida gigantes, capacidad para aguantar terremotos, sistemas de filtración de agua y aire… ni un ataque nuclear podría con ellos (o al menos eso dicen).
Vivos, una empresa californiana, tiene a la venta grandes apartamentos subterráneos reconvertidos de almacenes y refugios de la Guerra Fría. Y si nos vamos a la República Checa, The Oppidum publicita su refugio como el mayor búnker para multimillonarios del mundo. Algunas de sus grandes bazas son tener luz natural simulada y ser un lugar “inexpugnable”.
