¿Qué haríamos muchos de nosotros sin nuestra taza de café? Este brebaje tan amargo como aromático se ha consolidado como nuestro fiel compañero de batalla, del que muchos dependemos para convertirnos en adultos funcionales. Sin embargo, la adicción a la cafeína no es algo que se dé solo en la vida real.
El café también ha sabido buscarse su hueco dentro del mundo del videojuego. Si bien algunos títulos solo mencionan al café de pasada, otros basan toda su jugabilidad en el. A veces, simplemente se trata de un homenaje. Sea como fuere, agarra una buena taza y prepárate para sumergirte en estos videojuegos cafeteros.
Persona 5
La trama de Persona 5 no es que se centre precisamente en el café, pero si que “protagoniza” uno de los escenarios claves de nuestra aventura: la cafetería Leblanc. Para nuestro protagonista, Joker, se trata de su refugio y representa un lugar seguro. Por si fuera poco, en nuestros ratos libres también podemos jugar a ser baristas. Como brocha de oro, es imposible no mencionar su preciosa banda sonora, ideal para aquellos momentos donde solo existes tú y esa taza de café.
Animal Crossing: New Horizons
Aunque no había sido incluida de salida con el juego, Animal Crossing también puede presumir de tener su propia cafetería. Gracias a la actualización 2.0, los jugadores del calmado título de Nintendo se toparon con la cafetería, con Fígaro al cargo. Por el módico precio de 200 bayas, podrás tomarte tu café tranquilamente allí. Además, no tienes por qué hacerlo solo: a veces te encontrarás con vecinos de tu isla e incluso algún que otro viejo conocido.
Coffee Talk
El título lo dice todo. Si buscas un juego que manifieste su amor al café, Coffee Talk es lo que buscas. Tu propósito es bien simple: deberás servir un buen café calentito a todo aquel que lo requiera. Sin embargo, tu clientela será de lo más peculiar: ogros, humanos, elfos, demonios… hay tantos seres como tipos de café. Coffe Talk es simple, pero nos deja con un buen poso: da igual qué seas o de donde provengas, al final todos queremos (y debemos) ser escuchados.
