Es probable que te haya pasado esto: inicias sesión en tu correo y después, procedes a comprobar tu bandeja de entrada. Ahora, te toca navegar entre decenas de correos un tanto “dudosos”, muchos de los cuáles te incitarán a que compruebes la localización de un “supuesto paquete” que habías pedido. Y así todos los días.
Sin embargo, lo que ahora nos parecen claros intentos de estafa, puede que no lo sean en un futuro cercano. Y es que el auge de la inteligencia artificial generativa lo complicará todo mucho más. Al menos así lo predice el Centro Nacional de Ciberseguridad (NCSC, por sus siglas en inglés).
El phishing es una técnica utilizada para obtener información confidencial de otras personas (contraseñas, tarjetas de crédito, etc). Donde más se utiliza es en los correos electrónicos, que se hacen pasar por bancos o empresas conocidas.
Según podemos leer en The Guardian, la tecnología generativa está alcanzando tal grado de sofisticación que hará que los mensajes de phishing sean cada vez más difíciles de detectar. Y es que la efectividad de estos radica en su forma de engañar: cuanto más veraz parezca el correo, más fácil será engatusar a las víctimas.
Según la NCSC, la IA generativa ya está siendo empleada para crear “anzuelos” más creíbles al no contener los errores gramaticales que suelen delatar a los ataques de phishing. Las advertencias de la NCSC coinciden con la salida de las nuevas directrices del gobierno británico, que anima a las empresas a blindarse frente al creciente auge de ataques cibernéticos.
