En 1993, ‘Los Simpson’ estaban en su mejor momento (que duraría hasta 1998, con el final de su temporada 9). En plena Bartmanía, Matt Groening y su equipo no sabían cómo hacer crecer la franquicia más allá del merchandising habitual. ¿Una película? ¿Videojuegos controlados por ellos? O mejor aún: ¿Por qué no cómics? Por aquel entonces, Groening notaba que no había suficientes cómics de comedia en unas estanterías superpobladas por los superhéroes, y decidió abrir la puerta a todo el que tuviera talento y quisiera cambiar las reglas del juego: nació Bongo Comics.
Oingo-Bongo
La verdad es que Bongo Comics, más allá de un par de series limitadas (‘Mylo Xyloto’, creado por Coldplay, y ‘Roswell, little green man’, que fue nominada a cuatro premios Eisner) solo publicó cómics relacionados con ‘Los Simpson’, ‘Futurama’ y, en menor medida, ‘Bob Esponja’. En total, ‘Simpson Comics’ tuvo 245 números, cada uno con su estilo particular, que ampliaban las historias de la serie y se dejaba llevar. Por ejemplo, había un número en el que Mr. Croquet, la cabeza de Homer que servía como logo de un detergente, acababa con el manga, y otro narrando el reencuentro de la familia con Spider-Cerdo.
El problema llegó con la superproducción: además de ‘Simpson Comics’ se publicaron tantas series que era imposible seguir el ritmo. ‘Bartman’, ‘La casa-árbol del terror’ (fabuloso, por cierto), ‘Bart Simpson Comics’, ‘Futurama Comics’, ‘Simpson Classics’, ‘Simpsons Super-Spectacular’, ‘Simpsons Illustrated’… Hasta Ralph Wiggum, Milhouse, el tío de la tienda de cómics o el Profesor Frink tuvieron su propio título. La cosa no podía aguantar mucho tiempo.
Hubo cómics magníficos en este tiempo, ojo: todos los especiales de Halloween, donde tenían distintas estrellas invitadas, eran un disfrute, y las parodias de Bartman estaban muy bien encauzadas, pero, aunque los cómics seguían manteniendo su ADN intacto, la fama de la serie empezó a decrecer junto a la calidad de sus guiones y, poco a poco, ‘Los Simpson’ fueron quedándose sin ese reducto de humor en las tiendas de tebeos que Groening buscaba.
Bongo Comics echó el cierre en 2018 tras publicar cosas como un crossover entre ‘Futurama’ y ‘Los Simpson’ mucho mejor que el que luego veríamos en televisión y una historia sobre el Jefe Wiggum. ¿Hubiera sobrevivido si se hubieran abierto a otro tipo de cómics o Bongo estaba condenada desde antes de empezar? En todo caso, es una pena. Solo queda decir a los lectores estadounidenses que la condenaron que se multipliquen por cero. No queda otra.
