Hace unos años Epic Games se enfrentó a Apple en Corea del Sur. Allí quisieron convencer al sistema judicial de que la empresa de Tim Cook tenía un monopolio del sector smartphone. Si querías estar en un iPhone, tenías que pagar una mordida.
Y si Epic no pudo demostrar que el jardín amurallado de iOS de Apple es un monopolio, ¿cómo podría Google, un sistema mucho más abierto, hacerlo peor contra el desarrollador de Fortnite? La batalla comenzó hace tres años y ahora llega a su fin.
Pues los analistas creen que Epic Games tiene las de ganar. Ahora que ambas partes han presentado sus argumentos iniciales ante un jurado.
Dicen en The Verge que mientras Google pasó la mayor parte de su primer día intentando explicar los complicados entresijos del negocio, Epic fue capaz de pintar un cuadro en blanco y negro de buenos y malos con ella misma como clara perdedora.
Android, el monopolio del que nadie habla
El abogado principal de Epic, Gary Bornstein, fue el encargado de argumentar que Android funciona como un monopolio ilegal. Lo hizo básicamente calificando a Google de matón y tramposo que “soborna” o “bloquea” cualquier intento de competir con la tienda Google Play de Android.
¿Y cuál es el resultado? Un statu quo en el que la inmensa mayoría de las instalaciones de aplicaciones de Android proceden de Google Play, con sólo una pequeña parte atribuible a la Galaxy Store que viene preinstalada en todos los teléfonos Samsung.
Bornstein mostró a los miembros del jurado gráficos de los abultados márgenes de beneficio de las aplicaciones de Google (un 70% sobre unos ingresos anuales de 12.000 millones de dólares, según Epic) y señaló varias formas feas en las que Google supuestamente ha intentado evitar que nadie se lleve ese dinero, como pagar a los desarrolladores de juegos para que no creen sus propias tiendas de aplicaciones o lanzadores de aplicaciones independientes, como hizo Epic con Fortnite.
“Google paga a competidores reales y potenciales para que no compitan. Literalmente les da dinero y otras cosas de valor”, dijo Bornstein. “Es como si Google dijera: ‘Aquí tienes 360 millones de dólares’, ¿por qué no te quedas fuera y me dejas ganar?”.
El resultado para los consumidores, según se desprende de anteriores demandas de Epic, es que pagamos precios más altos por las aplicaciones de lo que pagaríamos si hubiera más competencia o si las tarifas de las tiendas de aplicaciones y de procesamiento de pagos fueran más bajas.
Pero, aunque es probable que esto se plantee más adelante en el juicio, Epic optó por centrarse más en presentar a Google como el malo de la película desde el primer día.
No está claro hasta qué punto esas pruebas se sostendrán tras un examen más detallado. Esos 360 millones de dólares, por ejemplo, se refieren a un supuesto pago que impidió a Activision abrir una tienda de aplicaciones que pudiera competir con Google Play.
Pero Activision dijo a The Verge en 2022 que “nunca llegó a un acuerdo para que Activision no abriera su propia tienda de aplicaciones”, y Google tiene ahora, dice, las pruebas para demostrarlo.
Google tiene un papelón: defenderse como pueda
Google pasó sus 45 minutos intentando explicar que su dominio sobre el mercado de aplicaciones de Android no es nada nefasto, sino simplemente el resultado natural de la feroz competencia de Google con el iPhone y su App Store de iOS, donde a Google le gustaría que el tribunal creyera que realmente está la competencia.
Si Google consigue convencer al jurado de ello, podría ser un argumento ganador en el caso, porque, obviamente, Google no tiene el monopolio de las tiendas de aplicaciones ni de los teléfonos en general.
“No se puede separar la calidad de un teléfono de la calidad de las aplicaciones de su tienda de aplicaciones, y eso significa que Google y Apple compiten entre sí”, empezó diciendo el abogado principal de Google, Glenn Pomerantz.
Pero Google pasó gran parte de su declaración inicial intentando explicar su aparentemente mal comportamiento como prácticas empresariales normales y no siempre tuvo éxito desde el principio.
Cuando muestran estos gráficos que muestran todas estas descargas de Play y no de la Galaxy Store, eso es lo que los usuarios de teléfonos Samsung están eligiendo. Pero usan la Play Store. No hay nada que les impida tocar la Galaxy Store; simplemente es lo que les funciona.
Antes he calificado a Google de “comparativamente abierto”, y es probable que esa apertura sea muy debatida en las próximas semanas. Epic Games prometió “demostrar que Google ha cerrado todas y cada una de las demás opciones” a la Play Store durante esta prueba.
Google señala el simple hecho de que permite canales de aplicaciones alternativos, algo que iOS, su rival en Android, no hace.
Google también intentó pintar a Epic como el malo de la película. Y lo hizo sacando a la palestra el plan secreto de Epic Games llamado “Proyecto Libertad” para actualizar Fortnite discretamente con un código para eludir las tasas de las tiendas de aplicaciones, conseguir que su aplicación fuera expulsada de las tiendas de aplicaciones de Apple y Google, y demandar.
