La segunda temporada de Loki ha demostrado no solo estar a la altura de la primera, sino mejorar todo lo que está haciendo Marvel Studios últimamente. Más allá de películas como The Marvels o series como Secret Invasion, la serie de Disney Plus ha conseguido superar todas las expectativas y ha logrado devolver el interés en el estudio.
Ahora, después de seis episodios de infarto, la serie ha llegado a su fin. Pero ¿qué ha ocurrido en este final y por qué ha sido tan impactante para los fans de Marvel? Sin duda, la conclusión de la segunda temporada de Loki traerá mucha cola a nivel de consecuencias, tal y como ya lo hizo la primera. Pero no estamos ni siquiera preparados de lo que se viene.
Un final épico que nos lleva hacia las Secret Wars
En el capítulo anterior de Loki, el Dios de la Mentira consiguió controlar el deslizamiento temporal, a través del cual logró viajar al pasado en la AVT unos instantes antes de que el Telar Temporal explotase y cambiase para siempre el destino del universo. Pero todavía quedaba algo por hacer: arreglar el Telar y poner todo en su sitio.
Para completar esta misión, en el sexto episodio Loki viaja hacia atrás en el tiempo en reiteradas ocasiones, evitando cualquier error en la línea temporal que provocara un nuevo desgarre en el Telar. A tanto llega Loki en esta misión que incluso pasa siglos aprendiendo sobre ciencia e ingeniería para acumular más conocimientos que nadie al respecto, y así poder ser el más cualificado para el trabajo.
Sin embargo, por más que los esfuerzos de Loki sean titánicos, nada sirve para arreglar el Telar. En ese momento, Victor Timely explica que se trata de un “problema de escala”, ya que las líneas temporales tienen infinitas ramificaciones, y por tanto no se puede ampliar hasta el infinito. Pero, gracias a esta explicación, Loki logra dar con la solución: impedir que esta ramificación comience. Es decir, acabar con el Multiverso.
De este modo, Loki debe viajar hasta el momento en el que Sylvie mató a El Que Permanece y comenzó todo el desastre… y acabar con ella. Loki, sin embargo, tiene otra idea; sacrificarse en su lugar. Pero cuando lo hace exponiéndose a una radiación temporal, se convierte en una especie de divinidad que puede controlar el tiempo. Así, Loki se sacrifica pero no logra lo que pasará pronto: una guerra multiversal que veremos muy pronto. Concretamente, en las Secret Wars que están por venir.