El silencio se ha convertido en el enésimo fenómeno español de Netflix. La plataforma de streaming, que lleva meses sufriendo bajas constantes tras su política de compartir cuentas, está intentando revertir la situación como mejor sabe: con series de primer nivel. Y, por lo que parece, El silencio se ha convertido en una de las mejores al respecto.
Protagonizada por Arón Piper, El silencio cuenta la historia de Sergio Ciscar, un joven que asesinó a sus padres hace seis años y no ha dicho una sola palabra desde entonces. Ahora, mayor de edad y habiendo cumplido su condena, es liberado y Ana Dussuel, una joven psiquiatra, debe determinar su potencial peligro para sí mismo y la sociedad observándolo en secreto día y noche, violando así todos sus derechos constitucionales.
La serie va a más a lo largo de los episodios, convirtiéndose pronto en un thriller de misterio que está al nivel de otras producciones similares de Netflix, como El inocente o Los renglones torcidos de Dios. Los giros comienzan a superponerse unos a otros, con un estilo Mr. Robot en el que al final nunca se sabe qué es verdad y qué es mentira.
Y, finalmente, se llega a un final que no todo el mundo ha acabado de entender. En parte, se trata más de una metáfora que de una conclusión estrictamente narrativa. Sin embargo, merece la pena explicarlo para que se entienda mejor qué ocurre.
Final explicado de El Silencio
El último episodio de la serie comienza con Sergio atacando a Natanael, y huyendo sin llegar a matarlo. Sin embargo, aparecen Silvia y Arantxa para acabar con su vida después de lo que ha hecho en capítulos anteriores. En ese momento, Sergio busca a su hermana, pero con quien se encuentra es con Ana, y le explica la verdad sobre su origen: que es la madre adoptiva de Noa.
En ese momento, la doctor aparece y Sergio dice que quiere hablar con su hermana, pero Beñat no lo permite. Entonces, la doctora le cuenta que le conoce desde hace tiempo y que trabajó con su madre. Sergio no cabe en sí y se descontrola, pero Ana acaba explicándoselo bien, y le abre las puertas de un cuarto oculto repleto de cámaras, que demuestran que le vigilaban todo el tiempo. A esto se añade la declaración de Marta, que llega más tarde para descubrir toda la verdad al joven en un ataque de celos.
Poco después, Sergio explica que se declaró culpable del asesinato original por su hermana, y el culpable real fue su padre. Al saber que nadie le iba a creer, nunca confesó la verdad, pero finalmente lo hace y demuestra que no es ningún asesino. Sin embargo, todavía no ha acabado todo: esta serie está llena de giros hasta en su capítulo final.
Noa, la hermana, dice que la historia que acaba de contar su hermano no es cierto. Le deja en evidencia y volvemos a la noche donde todo pasó: donde sus padres murieron asesinados. Ahí vemos cómo Sergio llega a su casa enfadado; su madre le dice que no se ha tomado la medicación y él, poseído por la locura, le hace una herida. Finalmente, la disputa continúa hasta que Sergio y su padre se enfrentan frente a los ojos de la pequeña Noa.
Al final, vemos cómo Noa se marcha, dejando a Sergio a solas con Ana, que está defraudada. La psiquiatra le abraza y avanzan juntos hacia el balcón de la casa. Entonces, la imagen se observa desde las cámaras de vigilancia y vemos cómo alguien se precipita al vacío. No sabemos quién es, pero una pequeña imagen nos da a entender que ha sido Sergio quien se ha suicidado. Pero ahora el público lo ve desde las cámaras: también es culpable.
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