No hay escapatoria: vayas a la web que vayas, es probable que te topes con algún tipo de contenido generado por inteligencia artificial. Las imágenes generadas son las más fáciles de detectar, aunque todo depende del ojo que las mire.
Quizás por estar más familiarizados con esta tecnología, los usuarios jóvenes son capaces de distinguir con mayor facilidad las imágenes reales de la que no lo son. Pero esto no es tan evidente para todo el mundo. Nuevos datos demuestran que los usuarios de mayor edad están cayendo masivamente en la trampa de creer que el contenido generado artificialmente es real.
Así lo demuestra un estudio publicado en el pasado 18 de marzo realizado por investigadores de la Universidad de Standford y la Universidad de Georgetown, según lo que podemos leer en The Daily Beast. Por ejemplo, se ha visto como Facebook, una de las redes sociales más usadas entre la población adulta, favorece al aparición de contenido generado por IA en los feeds de sus usuarios.
Además, puedes comprobarlo fácilmente por ti mismo; simplemente echa un vistazo a los comentarios bajo esas imágenes. Es probable que veas muchas alabanzas, dando por hecho que lo ven es real.
Descifrar el impacto real que pueden causar estas herramientas es muy importante, sobre todo porque las grandes empresas fallan al no tener en cuenta a los usuarios de más edad en sus pruebas. Si bien el deterioro cognitivo es una de las explicaciones que se barajan, las primeras investigaciones señalan sobre todo la falta de familiaridad con la IA.
Sin embargo, el avance de esta tecnología y el auge de los deepfakes ya consiguen resultados que pueden engañar hasta al ojo más avizor. Es por ello que contar con una regulación y leyes que sean capaces de condenar este tipo de contenido falso se ha vuelto más importante que nunca.
