Año 2018. Akihiko Kondo se convierte en la primera persona del mundo casada con un personaje ficticio e inexistente. La agraciada fue Hatsune Miku, que nació virtualmente en 2007 y con la que Kondo tenía una relación idílica. Todos los días se despedía, le daba los buenos días y conversaban sobre el trabajo. El japonés, consciente en la universidad de que jamás tendría algo con una mujer, decidió abrazar la ficción como única manera de tener una relación. Spoiler: ha salido fatal.
Virtualmente viudo
Y es que Gatebox, la empresa que hacía que Miku pudiera contestarle como es debido, ha dejado de actualizarla precisamente porque no ha habido una oleada de personas deseando casarse con muñecos virtuales. A sus 38 años, su matrimonio (no válido de ninguna manera legal) le sirvió a Kondo para salir de una profunda depresión, y aún cena enfrente de ella todas las noches. Eso sí, a sabiendas de que no obtendrá una respuesta generada por IA.
Y eso que, en su día, Miku llegó incluso a aceptar la proposición de matrimonio con un “Espero que me aprecies”. Ahora, Kondo afirma que sigue amándola pese a saber que no volverá a tener una respuesta de sus labios. Hay quien cree que el futuro para esta idílica pareja pasa por el metaverso, o quizá por ChatGPT. Quién sabe si sus almas humana y cibernética se volverán a encontrar alguna vez en el ciberespacio para continuar esta historia de amor tan propia del siglo XXI. O de ‘Black Mirror’, según se mire.
