Desde el principio de los tiempos, allá cuando en una galaxia muy, muy lejana solo había lanzado ‘Una nueva esperanza’, los cómics se convirtieron en el salvavidas de los que necesitaban más historias galácticas pero no tenían nada a lo que aferrarse. Marvel empezó adaptando la película original en 1977 pero pronto, al quedarse sin material, hicieron una narrativa propia con personajes nuevos como el conejo verde Jaxxon o un guerrero de los de sable láser en astillero llamado Don-Wan Kihotay. Han pasado las décadas, pero, en el fondo, seguimos un poco así, con los ojos de toda la galaxia fijados en las viñetas.
El tebeo contraataca
Ahora, todas esas historias creadas por un buen puñado de autores y dibujantes han pasado a ser no canónicas. Disney quiere tener un control férreo de la narrativa conjunta y los cómics, series y películas van al mismo son y eso significa que, en un año donde los productos de la saga van a brillar por su ausencia después de la huelga de guionistas y actores (tendremos ‘The Acolyte’, ‘Skeleton Crew’ y la temporada 3 de ‘La remesa mala’, pero eso es todo), todos los ojos se han posado, otra vez, en los tebeos como tabla salvavidas.
Y Marvel, que sigue editando cómics canónicos desde 2015, ha respondido. De hecho, en 2024 lanzará títulos ambientados en la Alta República, las aventuras del Gran Almirante Thrawn (aquí no se tira nada), historias de mercenarios, la vida de Qui Gon-Jinn o el retorno de la serie sobre Darth Vader. Al no tener problemas de presupuesto, los cómics pueden traer de vuelta a Luke Skywalker, Han Solo, Rey o quien haga falta.
Eso sí, si quieres leerte todo lo que ha salido desde 2015 necesitarás un tiempo, porque han sido más de 300 números en una línea que no para de dar sin parar y que ha creado y ampliado personajes que después han ido apareciendo en formatos más caros. Y, aunque parece que el grifo se va quedando sin agua (han salido series limitadas hasta de Poe Dameron, Doctora Aphra, Chewbacca y Kanan), siempre aparece un nuevo camino por el que tirar.
Puede que Star Wars ya sea más franquicia y contenido que arte y aventura, pero hay algo natural en leer las aventuras galácticas en tebeo, casi más que en dosis semanales televisivas. Porque en el fondo, siempre fue un tebeo en movimiento. Y es todo un halago que ella misma debería saber abrazar antes de que la Fuerza se apague de nuevo.
