Está claro que Netflix es especialista en lanzar series de animación. Desde propuestas únicas como Arcane hasta animes como Samurái de ojos azules y series existencialistas y profundas como Bojack Horseman, son muchos los proyectos con los que la plataforma de streaming ha triunfado a lo largo de los últimos años.
Ahora, Netflix acaba de triunfar con una de sus propuestas animadas más atrevidas, socarronas, divertidas y funcionales de los últimos tiempos: Carol y el fin del mundo. Estrenada el pasado 15 de diciembre, esta miniserie solo cuenta con cuatro episodios y, sin embargo, ha conquistado el corazón de todos los que le han echado un ojo.
Una miniserie existencialista llena de humor y grandes reflexiones
Carol y el fin del mundo se define como una serie existencialista, divertida y con un humor adulto algo incómodo que encaja a la perfección con otras series de la plataforma. Su sinopsis, desde luego, deja claro que no es moco de pavo lo que se está abordando en la ficción:
“Con un misterioso planeta precipitándose hacia la Tierra, la extinción es inminente para los habitantes del mundo. Mientras la mayoría se siente liberada para perseguir sus sueños más salvajes, una mujer callada y siempre incómoda permanece sola, perdida entre las masas hedonistas”.
Temas tan importantes como el sentido de la vida, el existencialismo o la depresión se abordan desde un punto de vista único y que muy pocas veces hemos visto reflejado de esta forma. Aunque películas como Don’t Look Up! nos dotaban de una parte satírica del apocalipsis que también tiene Carol y el fin del mundo, el sentido de la miniserie es mucho más maduro y lleno de aristas. Sin duda, cuatro episodios para enmarcar de la que, probablemente, se haya convertido en la mejor serie animada de Netflix de 2023.
