Ha acabado ocurriendo: la FTC (Comisión Federal de Comercio) ha acusado a Amazon de ejercer monopolio y así lo ha hecho saber a través de un comunicado. Junto a los fiscales de 17 estados de EEUU, la FTC ha terminado demandando a la compañía ante los tribunales.
Según la FTC, las acciones de Amazon impiden que su competencia más directa pueda bajar precios e imposibilitan en gran medida la innovación. En la denuncia también se acusa a Amazon de adoptar una postura “excluyente” que evita en el crecimiento de sus competidoras.
“Presentamos esta demanda porque las conductas ilegales de Amazon han ahogado la competencia dentro de la economía online. Amazon es un monopolio que utiliza su poder para subir precios a los compradores estadounidenses y cobrar altísimas tasas a cientos de miles de vendedores” señala John Newman, responsable de la Oficina de Competencia de la FTC. Para Newman, “pocas veces en la historia de la legislación antimonopolio de Estados Unidos un caso ha tenido el potencial de hacer tanto bien a la gente“.
Algunas de las tácticas monopolíticas de la compañía incluyen medidas anti-descuento. Estas apuntan principalmente a los vendedores externos y obligan a otros minoristas a no ofrecer precios más bajos que los de Amazon. En este caso, la plataforma castiga a los vendedores que ofrecen precios más bajos mostrándolos muy abajo en los resultados de búsqueda.
Europa, a la caza de Amazon
Durante el pasado mes de julio, la Comisión Europea ya inició una investigación bastante exhaustiva sobre Amazon. El detonante fue la adquisición de iRobot, empresa propietaria de las famosas aspiradoras Roomba. Dicha compra planteaba la posibilidad de que Amazon limitase la visibilidad de otras marcas de aspiradoras dentro de su plataforma. Asimismo, también se sospechaba de que la compañía de Bezos restringiese la compatibilidad de Alexa con aspiradoras de otras marcas.
