El tiempo es relativo. Esto es algo que KISS, tras cinco décadas en activo, parece repetirse a sí mismo como un mantra. Y es que la legendaria banda de glam rock ha estado bastante ocupada estos últimos cuatro años con End of the Road, su despedida final de los escenarios. Durante su último concierto, celebrado el pasado viernes en el Madison Square Garden de Nueva York, KISS presentó una novedad un tanto especial: sus avatares digitales.
Al término de Rock and Roll All Nite, la banda desapareció del escenario entre llamaradas de fuego, humo y lluvia para dar paso a sus nuevos avatares virtuales. Los asistentes pudieron apreciarlos en todo su esplendor a través de la pantalla situada tras el escenario y bajo el grito de Paul Stanley: “¡La nueva era de Kiss empieza ahora!”
Al final de su actuación “en vivo”, los avatares de KISS quedaron inmortalizados en pantalla junto al logotipo de la banda y un eslogan: “A new era begins“.
La empresa responsable del espectáculo, Pophouse Entertainment, es también quién se encuentra tras las joviales versiones digitales de ABBA para el show ABBA Voyage. KISS se trata de una banda que vive de comercializar su imagen, así que no es descabellado ver como toman esa dirección “virtual”. En un comunicado, la compañía ha anunciado que ofrecerá conciertos “envolventes y potenciados por avatares”, creados por Industrial Light & Magic.
Toda esta situación deja espacio al debate: ¿quiere la gente asistir a un concierto “en directo” sin artistas que actúen en directo”? Sea más justo o no, lo cierto es que las cifras arrojan una respuesta clara, y eso es el sí. Sin ir más lejos, los shows virtuales de ABBA están generando 2 millones de dólares semanales, según Bloomberg. Visto lo visto, puede que a KISS le vaya muy bien con esta segunda vida digital.
