Es posible que el nombre de Uwe Boll no te diga nada de primeras, pero para muchos cinéfilos, se trata de una auténtica leyenda viva. Uwe Boll es un director alemán que se ha ganado a pulso el sobrenombre de “el peor director de la historia del cine“. Sin embargo, para pena (o fortuna) de muchos, el alemán dejó de hacer películas en 2014.
Uno de los campos en los que Uwe Boll se metió de lleno fue en los videojuegos. El director realizó multitud de adaptaciones, a cada cual más mala que la anterior. Hoy, repasamos por encima algunas de las “joyas” más destacadas que podemos encontrar en su filmografía.
House of the Dead (2003)
Si eras un habitual en la salas recreativas, es más que probable que hayas jugado algo del título de Sega. House of the Dead fue uno de los pocos “bombazos” de Uwe Boll y el título que lo hizo conocido entre el público más jugón de los años 2000. De hecho, es de las pocas obras con las que no ha perdido dinero por el camino. El filme adapta al famoso shooter sobre raíles House of the Dead y está protagonizada por Jonathan Cherry y Ona Grauer.
La crítica se la comió con patatas nada más salir y Rotten Tomatoes la colocó en su lista de las 100 peores películas del 2000 (en concreto, en el puesto 41ª). Los diálogos estúpidos y la escasa calidad actoral de House of the Dead la dotan de un encanto especial que solo las películas más terribles poseen.
Alone in the Dark (2005)
El que fuera uno de los precursores del género de terror y supervivencia en los 90 tampoco pudo escapar de Boll. Aquí el director cuenta con actores un poco más conocidos, como es el caso de Tara Reid (American Pie) en el papel de Aline Cedrac. La película pretende ser la continuación del juego Alone in the Dark: The New Nightmare, pero ahí se ha quedado.
Aunque House of the Dead consiguió recaudar lo suficiente como para que no resultara en pérdidas, no pasó lo mismo con Alone in the Dark. Resultó ser un completo fracaso en taquilla y tantos fanes como crítica la hicieron trizas. De hecho, IMDb la sitúa como una de las 100 peores películas de toda la historia.
BloodRayne (2005)
BloodRayne adapta el videojuego con el mismo nombre y sigue la terrible estela de las anteriores. La protagonista, Damphir, decide escapar de un circo de Rumanía donde era exhibida y descubre que su madre fue asesinada por Kagan, el Rey de los Vampiros. A partir de aquí, inicia una aventura en busca de sangre y venganza.
Según cuenta una de las guionistas de BloodRayne, el flujo de trabajo de Boll era cuanto menos, impulsivo. Los guiones debían estar listos en cuestión de semanas, cuando normalmente se suele tardar meses hasta que toma su forma definitiva. De hecho, solo un borrador le bastaba al director para dar comienzo a una producción.
En consecuencia, la película es mala a rabiar pero su elenco de actores es digno de destacar: Michelle Rodriguez, Geraldine Chaplin y Ben Kingsley son solo algunos de los nombres que podemos encontrar repartidos por el filme. BloodRayne cuenta también con una segunda y tercera parte que harán que quieras echarte ácido sulfúrico en los ojos.
En el nombre del rey (2007)
Desde luego, una cosa esta clara: las películas del alemán no dejan indiferente a nadie. En En el nombre del rey (adaptación de Dungeon Siege), Uwe Boll sube un poco la calidad (que no mucho) y nos ofrece una película mediocre, que bien podría pasar como las típicas que verías en televisión una tarde cualquiera. A pesar de lo que puedas creer, aquí hay una evolución. Venimos de montajes incomprensibles que no parecen tener sentido, más allá de lo que Uwe Boll se imagine en su cabeza.
La película cuenta con un presupuesto de 70 millones de dólares y podemos “disfrutar” de actores como Jason Statham, Burt Reynolds y Ron Perlman, que se dice poco.
Postal (2007)
En Postal, Uwe Boll da el salto a la comedia, esta vez de forma voluntaria. La película está basada en el extravagante Postal, juego conocido por su increíble cantidad de violencia y contenido de dudoso gusto. A pesar de su intento de sátira, las intenciones de la película caen en saco roto. Su paso por las taquillas fue terrible y acabó teniendo pérdidas millonarias.
Far Cry (2008)
Llegados a este punto, es innegable que Uwe Boll lleva acumulados varios años adaptando videojuegos a películas, aunque sea como le da la gana. Sin embargo, el carácter impaciente de Boll sería el que le acabaría jugando una mala pasada otra vez. En resumen, Far Cry está lleno de explosiones, clichés y villanos sin sustancia alguna. Su intento de humor te hará llorar (pero no de la risa) y a pesar de haber costado 30 millones de dólares, la calidad es muy baja en todos los sentidos.
