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Trucos y Consejos

“¿Por qué no me responde?” 3 trucos para despreocuparte del WhatsApp

Daniel Cáceres Garriga

Daniel Cáceres Garriga

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Que levanten la mano aquellos usuarios de WhatsApp que se han formulado este tipo de preguntas alguna vez:

“¿Por qué mi pareja parece haber leído mi mensaje en Whatsapp pero no me responde?”

“¿Por qué no me responde?” 3 trucos para despreocuparte del WhatsApp

“Mi amigo lleva siglos sin hablarme, ¿me ha bloqueado?

“¿Existe alguna forma de espiar conversaciones ajenas en Whatsapp? Me preocupa que se esté hablando mal de mi”

Como sospechábamos… ¡esto se ha convertido en un bosque de manos!

A todos nos preocupa el rechazo social en mayor o menor medida, y este miedo general se encuentra actualmente muy focalizado en WhatsApp. Lógico. Se trata de la app de mensajería instantánea más utilizada, y esa instantaneidad es un arma de doble filo. Todos estamos disponibles en cualquier momento, cierto, y eso va genial para emergencias.

Pero no olvidemos que todos pensamos que el mundo gira alrededor nuestro, y muchas veces hablamos con amigos, familiares o con la pareja en WhatsApp creyendo que nos van a dedicar toda su atención. Por eso cuando no nos responden empezamos a preocuparnos. ¿Por qué no me hace caso? ¿Qué está haciendo que es más importante que hablar conmigo? O peor aún: ¿con quién está que parece ser más interesante que yo?

En Softonic somos conscientes de esta preocupación y por eso durante mucho tiempo hemos publicado tutoriales técnicos sobre WhatsApp. Os hemos revelado la verdad detrás del doble check azul o cómo funciona el bloqueo. Pero eso no te tranquiliza. Lo sabemos porque a nosotros también nos ocurre.

Así que en esta ocasión hemos decidido dejar los tecnicismos a un lado y darte consejos más “humanos”, más cercanos para que dejes, o mejor dicho, dejemos de estar todo el día pendiente de las notificaciones de WhatsApp.

1. El mundo no gira alrededor tuyo


Sentimos ser tan directos desde el comienzo pero es que es así. Tu amigo/amiga/pareja/familiar/mascota… no te responde inmediatamente al WhatsApp porque está protagonizando su vida. Y no pasa nada. Si tarda horas en leerte y otras mil horas en responderte no es porque te esté queriendo menos o le estés empezando a caer mal; la persona al otro lado de la pantalla tiene sus propias preocupaciones, inquietudes, problemas…

Aprovecha la oportunidad para sentir empatía por la otra persona. ¿Recuerdas aquel día que te sentías de mal humor y creías que tenías todo el derecho del mundo a pasar de todos los demás? Es posible que la persona con la que quieras hablar se encuentre en uno de estos días. Quizás no te responde porque tiene ganas de aislarse del mundo en general.

En resumen: en el 99% de los retrasos para responderte la razón detrás de esta demora no tiene nada que ver contigo. Deja que los demás sigan siendo el centro de sus mundos mientras tú te sientes el epicentro del tuyo.

2. Errar es de humanos… y de máquinas


No te fíes de WhatsApp. Se trata de una herramienta creada por seres humanos, y la humanidad no es famosa precisamente por su perfección. Quizás crees que la otra persona ha leído tu mensaje por el doble check azul, pero es posible que WhatsApp se haya confundido. También es posible que la persona con la que quieras hablar haya desbloqueado su móvil sin mirar las notificaciones y ni siquiera sepa que le has escrito.

Cuando creas que alguien está pasando de ti, antes de enfadarte o de pedirle explicaciones, recapacita. Piensa en cómo es esa persona en cuestión y en su estilo de vida. ¿Está siempre ocupada? ¿Es despistado/a? ¿En persona te dedica toda la atención del mundo? Entonces no te preocupes demasiado; el retraso de su respuesta tiene explicación razonable.

También ten en cuenta que no todos usan WhatsApp con la misma frecuencia. Quizás algunos lo tienen por tener, mientras que otros solo lo abren por la noche, antes de irse a dormir… ¡Cada persona es un mundo!

Ahora bien, ¿esa persona te suele mentir siempre? ¿Sabes de forma decisiva que le caes mal? Entonces no te responde porque no quiere. Es así de sencillo. Y de ser así… ¿merecería la pena enfadarse por ello? Para responder a esa pregunta pasamos al punto nº3:

3. Si pasan de ti, no merecen la pena


Sabes con certeza que tu pareja está en línea en WhatsApp pero pasa de leerte y no te da explicaciones sobre donde está. Cada vez que le escribes a tu hermano un mensaje en plan “A ver si quedamos”, este desaparece durante semanas. Tienes a un amigo que solo te responde con un “OK” semanal.

Sí: están pasando de ti. Ahora bien, ¿y qué? El enfado, la tristeza y la rabia inicial no te la quitan nadie, cierto. Son tuyas. Siéntelas. Pero, superado ese momento, plantéate lo siguiente: ¿merece la pena obsesionarse o alterarse por alguien que pasa de ti? ¿No sería mejor invertir tu energía en seguir chateando con aquellas personas que te quieren tal y como eres?

¿Qué ganas mirando la pantalla de tu móvil cada dos por tres para ver si esa persona que no sabe apreciarte te ha contestado? Nada. Por otra parte, ¿sabes qué pasará si miras todo el rato a la pantalla en lugar de atender a la conversación que estás manteniendo en la vida real con tu amigo? Pues que es posible que pierdas a alguien que confiaba en ti.

Elimina de WhatsApp y de tu vida a aquellas personas que han demostrado que no merecen la pena y céntrate en aquellas que han pasado de responderte en el WhatsApp para querer hablar contigo cara a cara.

¿Qué piensas al respecto?


Nos ocurrió con Messenger, nos ocurrió con Facebook, nos ocurre con WhatsApp y nos ocurra con la siguiente aplicación de mensajería instantánea que aparezca. Nos vamos a obsesionar esperando una respuesta. Es inevitable y es humano. Da igual la de tutoriales o consejos que leas al respecto en foros o páginas como esta: seguirás esperando en mayor o menor medida.

Por eso, y ya para concluir, te recomendamos que recuerdes estos tres mantras:

“Es normal que no me respondan inmediatamente: no soy el centro de su mundo”

“Antes de fiarme de lo que me diga WhatsApp, prefiero fiarme de mi gente”

“Eliminaré de WhatsApp, y de mi vida en general, aquellos que no saben valorarme”.

Si te fijas, ninguno de ellos se centra demasiado en WhatsApp. ¿Por qué? ¡Porque el problema no es de la herramienta sino de aquel que la utiliza!

¿Crees que estos consejos te ayudarán? ¿O tienes otros métodos más extremos para no obsesionarte con WhatsApp como, por ejemplo, mantener apagado el móvil durante ciertas horas del día? ¡Comparte con nosotros tus reflexiones y tácticas para ayudar a los demás!

Daniel Cáceres Garriga

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