Fuente: Thomas White/Reuters
Parece que Bambi y sus amigos no pueden evitar merodear por las vías ferroviarias japonesas y acabar convertidos en sangrientos desastres. Los ciervos son los causantes de su muerte… y los responsables de numerosos retrasos.
Los operadores, desesperados, han intentado muchas iniciativas para detener la carnicería… Y puede que hayan acertado al grabar el ladrido de un perro. Este sonido asusta a los ciervos y los aleja del peligro de las vías.
Primero, el tren transmite una grabación de tres segundos de un ciervo resoplando. Cuando han captado la atención del ciervo, el tren reproduce 20 segundos de ladridos caninos.
Si las pruebas siguen dando buenos resultados, el tren resoplador-ladrador se convertirá en una realidad en Japón para finales de 2018.
