TikTok está en serio peligro, y ya no solo en los Estados Unidos. En la tarde de hoy, la Comisión Europea ha emitido una directiva en la que solicita a todos sus empleados que desinstalen TikTok de sus dispositivos corporativos. La prohibición también afecta a los dispositivos personales de los empleados siempre que estos se utilicen con motivos laborales.
La Comisión Europea afirma en un comunicado emitido hoy que la prohibición se ha llevado a cabo por motivos de seguridad, y menciona también a las redes sociales de la competencia, quienes también estarían en su radar.
“Esta medida tiene por objeto proteger a la Comisión frente a las acciones y amenazas de ciberseguridad que podrían explotar terceros para llevar a cabo ciberataques contra el entorno corporativo de la Comisión. Los avances en materia de seguridad de otras plataformas de redes sociales también se examinarán de manera constante”, expresa la Comisión Europea en su comunicado.

La Comisión Europea es el primer organismo público en prohibir el uso de TikTok en dispositivos oficiales después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos hiciese lo mismo a finales del año pasado, prohibiendo terminantemente su uso en cualquier dispositivo de su personal.
¿Qué motiva todas estas prohibiciones? El miedo. Organismos reguladores de diferentes partes del mundo temen que TikTok esté espiando de alguna forma a sus usuarios, para luego enviar los datos de sus usuarios al Gobierno chino (sin ninguna prueba hasta el momento que lo corrobore). Un temor que se magnifica si se tienen en cuenta varios casos aislados que hicieron saltar las alarmas, como el espionaje de algunos empleados de ByteDance (empresa matriz de TikTok) a periodistas estadounidenses.
De momento, no hay señales que indiquen que la red social vaya a ser prohibida a nivel nacional en los Estados Unidos o en algún país europeo, pero el aviso de hoy de la Comisión Europea, en el que también menciona a otras redes sociales, es más que suficiente para pensar que las redes sociales están en el punto de mira de los reguladores, y que cualquier paso en falso podría significar, a largo plazo, una mayor regulación de estas o incluso una suspensión de forma estatal.