Un recién descubierto tiburón prehistórico tiene un nombre inspirado en Galaga, un clásico de las recreativas. En concreto, el tiburón ha sido apodado como Galagadon nordquisteae. ¿El motivo de este homenaje tan retro? Sus dientes pequeñitos se parecen a las naves alienígenas de Galaga.
A decir verdad, de Galagadon solo nos quedan sus dientes. Pero los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y del Museo de Ciencias Naturales de también Carolina del Norte han logrado deducir ciertas características de este animal extinto: era pequeño, medía poco más que medio metro.
Con esta premisa, ya puedes imaginar lo enanos que son sus dientes. “Me sorprende que hayamos logrado encontrar dientes microscópicos de tiburones justo al lado de los huesos de los depredadores más grandes de todos los tiempos”, explicó uno de los descubridores. “Estos dientes tienen el tamaño de un grano de arena. Sin microscopio básicamente los acabas tirando”.
Lo de “al lado de los huesos de los depredadores más grandes” viene a colación de que se ha descubierto que el Galagadon vivió junto al T-Rex y al Triceratops, esto es, hace unos 67 millones de años. El tiburón era tan pequeño que tal vez estos titanes lo pisaban sin querer.
Próximo paso de la ciencia: llamar Sonicus Gottagofastus al primer erizo azulado que se descubra.