The Mandalorian acaba de regresar a Disney+ con la tercera temporada de las aventuras de Din Djarin, el personaje encarnado por Pedro Pascal en el universo Star Wars. Sin duda, sus aventuras parece más apasionantes que nunca. De nuevo junto a Grogu, Mando está dispuesto a reclamar el trono de su planeta natal.
Sin embargo, hay una novedad de esta temporada que, si bien quiere ser un guiño para los fans y sienta de maravilla al protagonista, no tiene demasiado sentido. Hablamos de la nueva nave que pilota el protagonista: el Caza estelar N-1, que vimos por primera vez en La Amenaza Fantasma.

La nueva nave de Mandalorian no es útil para un cazarrecompensas
Después de los sucesos de la segunda temporada, Mando tuvo un cameo en tres episodios de El libro de Boba Fett (bueno, más que cameo fue uno de los protagonistas) y en estos se explicó el cambio de nave. Con su Razor Crest destrozado, el protagonista viaja al taller de Peli Motto en busca de una nueva nave, y ella le tiene preparada una sorpresa: está poniendo a punto un Caza estelar N-1.
Esto no sienta demasiado bien a Mando. El protagonista quiere un vehículo como el que tenía, y este es muy diferente. Para que os hagáis una idea, es como cambiar una furgoneta o un camión por un deportivo. Es muy chulo, muy rápido y muy bonito, pero ¿a nivel práctico le irá bien?
El Caza estelar N-1 lo vimos por primera vez siendo pilotado por soldados de Naboo en La Amenaza Fantasma, y llama la atención por su ligereza y su rapidez. Esto queda claro en El libro de Boba Fett, donde Peli Motto le aclara que, con sus modificaciones, será una de las naves más rápidas de la galaxia.

Esto puede resultar muy útil para emboscadas y carreras, pero ¿qué ocurre si Din Djarin atrapa a un prisionero? El Caza estelar N-1 apenas tiene hueco para dos personas, y uno de estos huecos está originalmente pensado para un droide de mando, así que no sabemos dónde lo metería. Mientras tanto, el Razor Crest tenía una cámara de congelación de carbono, un arsenal de armas y equipo, y podía acomodar cómodamente a cuatro pasajeros. El cambio, en definitiva, es a peor.
La idea de este cambio de vehículo viene de que, como cabe esperar, Mando ya no es un cazarrecompensas. Pero esto no ha agradado a todos: si gustaban las primeras temporadas del personaje era por sus aventuras más allá de la guerra intergaláctica entre la República y el Imperio, y cada vez más se está convirtiendo en una serie más sobre la política galáctica.
Sea como sea, veremos si en los próximos capítulos esta nueva perspectiva acaba de enganchar al público. Al final, sabemos que tendremos una cuarta temporada y seguramente muchas más... así que más vale que todos estén atentos a Disney Plus.