Es oficial: estamos en la recta final de The Last of Us. A la serie protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey, que se basa en el popular videojuego de Naughty Dog, tan solo le queda un último capítulo. Después de verlos enfrentarse a todo tipo de retos, las aventuras de Joel y Ellie llegarán a su final la próxima semana. Pero antes nos han dejado un episodio para el recuerdo.
En el episodio 1×08 de la serie de HBO Max, titulado “En nuestras horas más bajas”, Ellie se ha enfrentado a la verdad más dura de toda la ficción: si quiere sobrevivir en un mundo posapocalíptico, debe aprender a sobrevivir por ella misma. Sí, la dupla que hace con Joel es excelente, pero nunca va a ser suficiente.
Ellie saca su lado más guerrero
El capítulo comienza como lo terminó el sexto; es decir, dos episodios antes. Después de volver al pasado de Ellie para conocer mejor su historia en la adaptación de Left Behind, la narrativa ha retomado su curso con la protagonista cuidando de un Joel moribundo.
Después de que Joel fuera atacado por un grupo de bandidos en la antigua base de los Luciérnagas en Utah, Ellie se ha tenido que hacer cargo de él para que no caiga muerto. Así comienza el episodio; con la joven interpretada por Bella Ramsey teniendo que salir a cazar y buscar provisiones para seguir cuidando de Joel.
Es aquí cuando se encuentra con el mismo grupo que atacó a Joel, y el drama comienza. Ellie, rifle en mano, consigue que le traigan penicilina de su poblado y, tras una trifulca, se acaban “intercambiando” el venado que ha cazado por la medicina para su padre adoptivo. Pero este suceso abre la veda de un futuro más incierto.
El grupo que se ha encontrado con ella se revela como una especie de poblado religioso en el que David, el líder con el que se encuentra Ellie, es su guía y predicador. A través de este grupo se exploran los límites de la supervivencia: usan la Biblia como única vía de mantener la esperanza, sobreviven a través de una pequeña dictadura y recurren incluso a comer carne humana, de sus caídos, para no desfallecer.
Pero el poblado no va a dejar que Ellie y Joel se vayan de rositas. Saben que Joel fue quien mató a uno de los suyos en su primer encontronazo, así que buscan el rastro de Ellie en la nieve para dar con él y acabar con su vida. Sin embargo, Joel ya está más recuperado gracias a la medicina, y no está dispuesto a morir todavía.
Cuando le abordan en su casa, el personaje de Pedro Pascal les ataca sin ningún tipo de misericordia. Acaba con la vida de hasta tres de ellos sin piedad alguna, y se observa en su mirada cómo la clemencia ya no está en sus planes. Con Ellie secuestrada por David, Joel solo quiere llegar hasta ella, y no está dispuesto a perdonar a nadie.
¿Quiénes son los buenos en The Last of Us?
Es en este momento cuando, tanto en la serie como en el videojuego original, el público comienza a hacerse preguntas. Ya hemos tenido algunas pistas de que Joel no es el héroe ejemplar que pudiera parecer, sino un superviviente nato que no tiene miedo a recurrir al asesinato cuando la situación lo requiere. Pero en este capítulo se da un paso más, llegando incluso a la piscosis en algún momento de desesperación.
Todo esto nos lleva a plantearnos si estamos siguiendo a los buenos de la historia, aunque pronto nos damos de bruces con la realidad: The Last of Us no es una historia de buenos y malos. Cada personaje cuenta con emociones muy complejas, y en mitad del Apocalipsis solo la supervivencia manda.
Mientras Joel acaba con sus enemigos, Ellie es secuestrada por David, quien quiere mantenerla con vida para, según dice, conseguir que lidere a su pueblo junto a él. Pero lo que de verdad aguarda es una sed insaciable por violarla —algo que queda más claro en el juego, puesto que en el episodio se “rebaja” un poco esta parte—. Pero todos estos sucesos han servido para que Ellie consiga valerse por sí misma. Y finalmente acaba con él en una emocionante escena con incendio incluido.
El episodio termina con Joel y Ellie encontrándose de nuevo. Están malheridos pero saben que deben salir de allí: el viaje continúa, y ya solo queda una parada para terminar con los sucesos de una temporada que, como ya sabemos, abarcará todo el primer videojuego.
Más allá del Cordyceps, que va apareciendo de vez en cuando como un recordatorio del mundo en el que viven, con este capítulo queda claro que la mayor amenaza es la humanidad, su instinto y todo lo que puede provocar. La semana que viene veremos cómo acaba todo, pero la serie no podría encontrarse en un momento más álgido.
