Dile a un cabezón que no puede hacer una cosa, y este se empecinará en demostrar lo contrario. Así que me imagino que muchos tienen ya ganas de demostrar a Samsung que su nueva pantalla “indestructible” es más frágil de lo que parece.
Pero para el resto de personas normales, la nueva pantalla OLED flexible e “indestructible” es un invento atractivo. Nos hará sentir más seguros con respecto a la durabilidad de nuestro móvil, sobretodo si somos patosos.
La nueva pantalla de Samsung ha superado diversas pruebas conducidas por Underwriters Laboratories, expertos en poner a prueba la seguridad de productos. Por ejemplo, han tirado la pantalla desde una caída de 1.2 metros 26 veces seguidas, sin conseguir que ni siquiera se arañara. También han hecho pasar la pantalla por pruebas de altas y bajas temperaturas. Underwriters Laboratories utiliza estándares militares para sus pruebas, así que su aprobación no es moco de pavo.
Samsung ha lanzado un vídeo en el que se amartillea la pantalla (no intenten hacer esto en sus casa) y esta ni se inmuta.
Ten en cuenta por eso que he puesto entrecomillado cada vez que he cualificado la pantalla de “indestructible”. Como con todo con esta vida, la pantalla tiene unos límites. Por ejemplo, empieza a mostrar defectos cuando es lanzada a una caída de 1.8 metros. Lo importante es que, en circunstancias normales, es más duradera de lo normal.
La mala noticia es que Samsung no ha concreto cuáles de sus productos futuros usarán este tipo de pantalla. Hay posibilidades de que debute en el Galaxy S10 o en el rumoreado Galaxy X. Pero hasta que Samsung no abra la boca, todo esto son especulaciones.
