Hoy en día y gracias a redes como TikTok e Instagram, el horóscopo se ha puesto muy de moda y, cuando hablas con alguien millenial o de la gen Z, una de las primeras preguntas que te hacen es qué signo eres. Y ahora sé que mi signo es el que dicta mi cumpleaños, pero cuando era pequeño mi realidad era una bien distinta: si te preguntaban eso de niño, en realidad se referían a cuál era tu Caballero del Zodiaco favorito.
Los años noventa fueron una de las épocas más felices para crecer en España, y no lo digo que claramente soy testigo, sino la televisión de la época: en esos momentos era habitual ver anime en nuestro país —ay, cuánto lo hemos echado de menos—: Dragon Ball, Campeones (Oliver y Benji) o Sailor Moon formaban parte de la programación diaria. Y, entre ellas, había una serie que destacaba por su mezcla entre extravagancia y acción shonen: Los Caballeros del Zodiaco (Saint Seiya).
Durante una época, Saint Seiya era vista como una de las series más seguidas de todo el globo, y consiguió tener tal éxito que la historia de Pegaso acabó trascendiendo más allá y su mitología se fue extendiendo a través de series derivadas, películas, OVAs e incluso figuras coleccionables carísimas. No hay duda de que Los Caballeros del Zodiaco ha marcado a varias generaciones, y para darse cuenta de su éxito solo hay que echar un ojo a la película de acción real que está a punto de estrenarse.
Encabezada por Tomasz Bagiński, director de varios cortometrajes de animación y nominado al Oscar en la categoría de mejor corto animado por Katedra, la película es una producción estadounidense de Sony apoyada por Toei Animation, el estudio japonés que cuenta con los derechos del manga.
La película cuenta con la nada desdeñable cifra de 60 millones de dólares en la producción y se estrenó el 28 de abril en Japón… con críticas, digamos, no muy positivas. Ahora, llega a nuestro país intentando conquistar a los seguidores del manga y anime original, pero no tiene pinta de que lo vaya a conseguir, como tampoco lo hizo Dragonball Evolution en su momento. Sea como sea, lo cierto es que tiene sentido hacer un live action de Saint Seiya, al igual que está haciendo Netflix con One Piece. Y tiene sentido por una razón principal: tiene una legión de fans en todo el mundo.
Una mitología creada al dedillo
El manga de Los Caballeros del Zodiaco fue creado por Masami Kurumada para la revista Shūkan Shōnen Jump en 1986, y rápidamente se convirtió en un éxito en Japón. La historia sigue las aventuras de un grupo de jóvenes guerreros que luchan para proteger a la diosa Atenea y defender a la Tierra contra las fuerzas del mal. Con una narrativa épica, personajes memorables y un estilo de dibujo distintivo, Saint Seiya atrajo rápidamente a un gran número de seguidores.
No pasó mucho tiempo antes de que Saint Seiya cruzara las fronteras de Japón y se convirtiera en un fenómeno internacional. En la década de 1990, el anime basado en el manga comenzó a transmitirse en diferentes países, entre ellos España, donde se conoció como Los Caballeros del Zodiaco. La serie de televisión se convirtió en un éxito instantáneo y capturó la imaginación de los jóvenes espectadores con su emocionante combinación de acción, amistad y sacrificio.
La clave del éxito de Saint Seiya radica en su capacidad para conectar con el público a nivel emocional. Los personajes principales, conocidos como los Caballeros de Bronce, representan los valores universales del coraje, la lealtad y la amistad. Cada uno de ellos tiene una personalidad única y motivaciones profundas, lo que permitió a los espectadores identificarse con ellos y formar un vínculo emocional con la historia.
La estética de Saint Seiya también contribuyó a su atractivo global. El diseño de los personajes, con sus armaduras inspiradas en las constelaciones del Zodiaco, era visualmente impresionante y se destacaba entre otros animes de la época. Además, la combinación de acción trepidante, momentos emotivos y una banda sonora épica creó una experiencia cinematográfica que trascendió las barreras culturales y lingüísticas.
A pesar de que el anime original de Saint Seiya concluyó en la década de 1990, su impacto continúa vigente en la actualidad. El legado de la serie se ha mantenido vivo a través de diversas secuelas, spin-offs, películas y adaptaciones en otras formas de medios, como videojuegos y cómics. Esto ha permitido que nuevas generaciones de fanáticos descubran la historia de los Caballeros del Zodiaco y se sumerjan en su fascinante universo.
Además, la influencia de Saint Seiya se extiende más allá del mundo del anime y manga. Muchos artistas y creadores de contenido han seguido siendo inspirados por Saint Seiya, y su estética y temáticas han dejado una marca en la industria del entretenimiento en general. Incluso en la cultura popular occidental, se han realizado referencias y homenajes a la serie en series, películas e incluso música.
Es, por tanto, uno de los animes más importantes de la historia, y es por ello que también cae, en ocasiones, en proyectos fatídicos como el que parece que será este live action. Aun así, nadie nos quita la serie original ni todo lo que generó. Porque siempre nos quedará gritar “¡Dame tu fuerza, Pegaso!”.
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