Cuando hablamos de zombies, a todos los fans del género se nos viene a la cabeza un nombre muy concreto: el de George A. Romero. El director de La noche de los muertos vivientes es considerado como el inventor de la concepción del zombie, y dedicó casi toda su vida a hacer películas sobre ello.
Sin embargo, el final del siglo XX cambió por completo lo que todos creíamos que era un zombie, y es algo que se ha aprovechado al máximo en los últimos años. De los muertos que salen de las tumbas pasamos a los virus y las grandes corporaciones, de los cuentos de terror a los “survivals”, y de El amanecer de los muertos a The Walking Dead, Guerra Mundial Z, The Last of Us y, por supuesto, Resident Evil.
Las historias de zombies actuales no se entenderían si no fuera por Resident Evil, y el éxito que ha tenido el remake de Resident Evil 4 es el mejor ejemplo de ello. La saga de Capcom lo ha petado en videojuegos, cine y adaptaciones de todo tipo. Y, sobre todo, ha influenciado a muchas otras obras posteriores que beben directamente de su concepción sobre el Apocalipsis Zombie.
¿Por qué triunfó Resident Evil?
Lanzado en 1996 para PlayStation, Resident Evil fue la mayor apuesta de Capcom de cara a la nueva generación de consolas. Después de triunfar con Street Fighter II, la compañía necesitaba otro bombazo para mantenerse en lo alto de la cima. Y, gracias a este éxito relativamente inesperado, instauró la idea de que el terror también podía llegar a través de las consolas.
Resident Evil nos transporta a julio de 1998, a un futuro muy cercano a su fecha de lanzamiento. En la ciudad ficticia de Raccon se han descubierto asesinatos muy extraños. Las víctimas muestran indicios de canibalismo y parecen incubar un extraño virus. Desesperado, el ayuntamiento envía al grupo de élite S.T.A.R.S. a investigar el caso.
Pero, uno a uno, los soldados comienzan a caer. A medida que avanza el videojuego, nos encontramos con los zombies ejecutores de los asesinatos, a la vez que descubrimos que todo proviene de la multinacional farmacéutica Umbrella.
Esta mezcla entre ciencia ficción y terror más clásico, con escenas que se han quedado grabadas en la memoria de los jugadores —como la primera vez que vemos a un zombie, cuando devora el cuerpo del soldado Kenneth Sullivan—, funcionó a la perfección a finales del siglo XX. Resident Evil no solo llevaba a un nuevo nivel la moda de los zombies, sino que aprovechaba para hacer una crítica mordaz a las farmacéuticas en una historia mucho más madura de lo que acostumbraban los videojuegos de la época.
Además, Resident Evil se hizo fuerte a medida que pasaron los años. Consiguió mantener la esencia del videojuego en sus siguientes entregas, entre las que destacan las pertenecientes a la trilogía original. Gracias a sus numerosas innovaciones, tanto en las mecánicas como en la narrativa, la saga inspiró a decenas de videojuegos que llegaron después, siendo Silent Hill el más prolífico de todos ellos.
Las claves del éxito de Resident Evil
El desarrollo de Resident Evil se remonta a 1994, cuando el equipo de desarrollo de Capcom, liderado por Tokuro Fujiwara, comenzó a trabajar en un nuevo proyecto. El objetivo era crear un juego que pudiera combinara tres elementos que pocas veces se habían unido en los videojuegos: acción, aventura y terror. Con estos tres puntos clave, comenzaron a confeccionar lo que poco después pudimos jugar todos.
El equipo de desarrollo de Capcom estaba decidido a crear un juego que pudiera capturar la esencia del terror, con una trama que involucrara zombis y un ambiente oscuro y opresivo. Para ello, se inspiraron en varias películas de terror de George A. Romero. Sin embargo, querían añadir acción para que tuviera mecánicas más adaptadas a los videojuegos, y gracias a ello consiguieron crear lo que todos acabamos conociendo como survival horror.
Una de las claves del éxito del primer RE fue que era uno de los primeros juegos de aventura que utilizó gráficos en 3D en tiempo real. Además, también fue uno de los primeros en incorporar escenas cinemáticas en tiempo real, lo que permitía a los jugadores sumergirse aún más en la trama.
El desarrollo del juego no fue fácil. El equipo de desarrollo tuvo que enfrentar varios desafíos técnicos, incluyendo la limitación de memoria de la consola PlayStation. También tuvieron que trabajar duro para crear un ambiente de juego que fuera verdaderamente terrorífico.
Pero el éxito llegó pronto. En cuanto lanzaron el videojuego, el público respondió con creces y pronto pidieron más, por lo que Capcom no tardó en hacer de su título una saga millonaria y que cambió para siempre el devenir de la cultura pop.
Después del primer Resident Evil
Resident Evil 2 fue lanzado en 1998 y presentó una trama completamente nueva y personajes diferentes. La historia de la secuela tuvo lugar dos meses después de los eventos del primer juego, y se centró en un brote de zombis en Raccoon City.
Resident Evil 2 también fue un éxito de ventas y aclamado por la crítica. El juego fue seguido por Resident Evil 3: Nemesis en 1999, que continuó la trama del segundo juego y presentó un nuevo personaje principal, Jill Valentine.
En los años siguientes, Capcom lanzó varios otros juegos de Resident Evil, incluyendo Resident Evil: Code Veronica en 2000 y Resident Evil 4 en 2005, tras varios años de desarrollo en los que buscaban cambiar la perspectiva del género. Cada juego presentó nuevos personajes, tramas y ambientes, pero todos mantuvieron la esencia del horror que hizo que Resident Evil fuera tan exitoso.
Pero la franquicia fue aún más popular gracias a sus adaptaciones cinematográficas. Paul W.S. Anderson, director de acción que había llamado la atención de la industria gracias a Soldier, película de 1998 con Jason Isaacs y Kurt Rusell en el reparto, llegó a un acuerdo con Constantin Film para llevar a cabo la primera película de Resident Evil.
En un inicio, la franquicia era casi una serie B que buscaba hacerse un pequeño hueco entre el mercado doméstico de Estados Unidos. Sin embargo, funcionó tan bien que pronto se convirtió en una saga de películas que ha llegado a tener seis entrega, la última de 2016.
Mientras tanto, los videojuegos seguían su curso y Resident Evil encontraba muchos competidores, como Left 4 Dead, que bebían directamente de su misma fórmula para hacerle sombra. Sin embargo, gracias a una mezcla entre buenas historias e innovaciones constantes, nunca ha dejado de mantener el título de saga de zombies por excelencia.
Una de las mayores innovaciones en la franquicia fue la introducción del modo multijugador online en Resident Evil 5, lanzado en 2009. Esto permitió a los jugadores unirse a otros en línea y luchar juntos contra hordas de zombies y otras criaturas.
Pero el mayor cambio llegó en 2017, donde se coloca el resurgir de la nueva era de Resident Evil. Con las historias de zombies casi pasadas tras una gran saturación por culpa de The Walking Dead, Capcom lanzó Resident Evil 7: Biohazard, que presentó un cambio significativo en la jugabilidad y la trama.
El juego se centraba en un nuevo personaje llamado Ethan Winters, quien se encuentra atrapado en una casa aislada en Luisiana. Su perspectiva mucho más costumbrista, de terror clásico y que bebía más de la cuarta entrega que de otras hizo que se siguiera con un octavo juego digno de admirar. Pero lo que más ha destacado en estos años han sido sus remakes.
Capcom ha hecho un trabajo espectacular de remasterización de sus juegos, y Resident Evil 4 Remake ha sido el mejor ejemplo de ello. Gracias a su buen hacer, la franquicia no deja de ganar nuevos adeptos mientras los clásicos se deleitan de sus grandes dosis de nostalgia bien llevada.
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