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Reconstruyen una Momia con Inteligencia Artificial y se abre un debate en Redes

Reconstruyen una Momia con Inteligencia Artificial y se abre un debate en Redes
María López

María López

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Poco a poco, los avances en el campo de las inteligencias artificiales están llegando a sectores cada vez más diversos. De hecho, ya hay quién se ha atrevido a usarlo para imaginar cómo nos veíamos en la antigüedad.

Es el caso de una momia guanche, que se ha hecho viral por los motivos equivocados. Un usuario de Twitter, @javilopen, empleó un modelo generativo para imaginar como luciría el rostro de dicha momia si estuviese aún vivo. A pesar de lo creíble que pudiera parece el resultado, la verdad es que no podía distar más de la realidad.

Otra cuenta en Twitter se ha dedicado a explicar el por qué dicha reconstrucción carecía de validez científica. No se trataba de un perfil cualquiera, sino de PAR – Arqueología y Patrimonio Virtual, un proyecto profesional dedicado enteramente a la documentación de momias procedentes de todos los lugares del mundo. En palabras de @par_virtual, la reconstrucción facial de la inteligencia artificial era “pura fantasía”.

Tal y como procede a explicar a continuación en su hilo, “cuando una IA se le entrega una imagen y se le dice que haga algo con ella, la IA no dispone de la base 3D geométrica del cráneo”. En resumen, se trata de una “invención, pura y dura, a partir de la imagen ofrecida”.

¿Y cuál sería el procedimiento idóneo para obtener una reconstrucción científica? Primero, tenemos que tener claro lo que es exactamente una reconstrucción. @par_virtual lo explica así: “la reconstrucción facial es una técnica forense que consigue, mediante el estudio de los restos del rostro de una persona […] una aproximación a su apariencia en vida”.

Para hacerlo correctamente, se hace mediante “el añadido, en puntos concretos, de unos elementos llamados marcadores de espesor facial que, en base a estadísticas científicas, determinan el grosor de los tejidos blancos en casa punto del cráneo”. Después, “se posicionan uno a uno los músculos del rostro siguiendo criterios anatómicos , de modo que estos proporcionen un volumen aún más cercano a la realidad del rostro”.

Si tenemos en cuenta esto, queda claro que la inteligencia artificial posee de muy poca información (a parte de una simple foto) para poder genera una reconstrucción que se acerque siquiera a la realidad. Tal y como aclara @par_virtual, “este tipo de usos de la IA únicamente profundiza en lo que ya hemos comentado en otras ocasiones […]: la IA proyecta estereotipos falsos y contribuye a crear confusión y fakes históricos“.

Para concluir, afirma que en un futuro, la inteligencia artificial será una herramienta muy útil para contribuir a futuras investigaciones. Sin embargo, una cosa es clara: aún queda camino por recorrer.

María López

María López

Artista de vocación y amante de la tecnología. Me ha gustado cacharrear con todo tipo de gadgets desde que tengo uso de razón.

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