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¿Qué fue de Eddie Murphy? Una carrera entre comedias y escándalos

¿Qué fue de Eddie Murphy? Una carrera entre comedias y escándalos
Juan Carlos Saloz

Juan Carlos Saloz

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Los años 90 nos dejaron iconos a la altura de los Power Rangers, Johnny Depp o Pokémon. Pero, si hablamos en términos de humor, pocos están a la altura de Eddie Murphy, el actor icónico de las comedias familiares que protagonizó El Príncipe de Zamunda, Superdetective en Hollywood o Dr. Dolittle.

Así se lo ha parecido, al menos, a los organizadores de los Globos de Oro, que le han otorgado el premio honorífico Cecil B. DeMille en reconocimiento a toda su carrera. En su speech, de hecho, ha hecho una broma sobre la mujer de Will Smith, dejando claro que la broma aún no ha caducado.

Murphy creó un género en sí mismo. Se popularizó, además de por su carisma implacable, porque en muchas de sus películas interpretaba a varios personajes. En la mayoría de ocasiones funcionaba como un elemento desternillante, sobre todo en El Profesor Chiflado y su secuela, dos hits inolvidables de Murphy. Aunque en alguna que otra ocasión acabó resultando un recurso menos favorecedor, como en el caso de Norbit (se estrenó en 2007, aunque no fue muy laureada).

Según cuenta Murphy, este recurso lo sacó ni más ni menos que de Stanley Kubrick. Después de ver ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú, el actor se fijó en que Peter Sellers, uno de sus mayores referentes, interpretaba a varios personajes, así que decidió imitar su técnica.

Otra de sus características más destacadas era su exceso interpretativo, lo que le llevaba a encarnar algunos de los papeles más estrambóticos de la época. Incluso cuando le tocaba hacer de un tipo duro, en lugar de tomárselo en serio decía “imitar a Bruce Lee” para dar el pego.

Una infancia marcada por la tragedia

Pero, hasta llegar al estrellato, Eddie Murphy lo pasó realmente mal. Criado en Brooklyn (Nueva York), el actor fue abandonado por su padre cuando era solo un niño, y murió poco después tras recibir varias puñaladas por parte de una amante. Su madre, por su parte, enfermó de tuberculosis. Así que tanto Murphy como su hermano mayor, Charlie, se criaron durante el siguiente año en hogares de acogida, hasta que volvieron con su madre y su padrastro, un borracho que dio mala fama a su apellido.

A pesar del drama, Eddie Murphy aprovechó este tiempo para, según él, “curtir” su sentido del humor, camuflándose en él para alejarse de la realidad. Así, comenzó a fijarse en cómicos como el citado Sellers o Bill Cosby, y decidió convertirse también en humorista. Los primeros sketches que le llevaron a la fama se caracterizaban por ser muy incorrectos, ridiculizando a todo tipo de grupos como los afroamericanos, los italoamericanos, las personas con sobrepeso o los homosexuales. En fin, eran otros tiempos.

Su gran saltó llegó cuando, en el año 1980, entró como parte del reparto de Saturday Night Live, programa en horas bajas en ese momento que consiguieron revitalizar gracias, en gran parte, por el trabajo de Murphy. A partir de ese momento no paró de ganar popularidad, y los 80 se convirtieron en su conversión a gran promesa de la interpretación, protagonizando taquillazos como Superdetective en Hollywood. Dato curioso: rechazó Cazafantasmas por protagonizar, esta película, lo que hubiera cambiado mucho el curso de su historia.

Pero si en los 80 era una promesa, en los 90 se convirtió en una gran estrella. Ya convertido en una de las caras más solicitadas de Hollywood, su caché no dejó de aumentar, hasta los 15 millones de dólares por película que cobra actualmente. Más allá de los grandes taquillazos que protagonizó, su voz se convirtió en tan reconocible que le llegaron a hacer personajes animados a su imagen y semejanza, siendo Mushu (Mulán) y Asno (Shrek) los más recordados.

A principios de los 2000, Murphy continuó encadenando papeles de lo que ya se consideraba su género, pero después de 2003 (cuando protagonizó La Mansión Encantada y Papá Canguro) estuvo cuatro años sin aparecer en el cine, y su reaparición con Norbit no engatusó a nadie.

Poco a poco, la carrera de Murphy se fue desinflando por desgaste, y aunque últimamente ha vuelto al ruedo con películas como El Rey de Zamunda, que intentó sin éxito continuar el taquillazo inicial, no parece que vaya a volver a ser lo que era.

Polémicas, esposas e hijos por doquier

Si algo ha caracterizado a Eddie Murphy, más allá de su carrera como cómico y actor, son las polémicas que ha generado a lo largo de su vida. Murphy tiene 10 hijos de 5 mujeres distintas, llegando a tener relaciones simultáneas con algunas de ellas. El más grande de sus hijos tiene 34 años y el más pequeño 5, así que todavía no parece querer parar.

En 1997, en pleno auge de su carrera, la policía pilló a Murphy con una prostituta trans en su coche. A ella la detuvieron y él se defendió diciendo que tan solo se había ofrecido a llevarla de vuelta a casa, pero todos los medios se hicieron eco y su imagen salió salpicada.

Además, se ganó el rechazo de los fans de las Spice Girls cuando dejó embarazada a Melanie Brown tras una breve relación. Murphy no reconoció al bebé, pero la cantante le denunció y, tras someterse a una prueba de paternidad, quedó demostrado que Brown tenía razón. Murphy tuvo que darle su apellido y una manutención de 35.000 dólares mensuales.

Más allá de las polémicas y de que haya “pasado de moda”, Eddie Murphy sigue siendo uno de los actores mejor pagados de la industria, con una fortuna valorada en 200 millones de dólares que ha invertido en lujosas mansiones en Los Ángeles y Las Bahamas. No sabemos si volverá a protagonizar grandes películas, pero desde luego su fama perdurará en el tiempo.

Juan Carlos Saloz

Juan Carlos Saloz

Periodista cultural especializado en cine, series, cómics, videojuegos y todo lo que tus padres intentaban que evitaras en tu infancia. También director de cine en ciernes, guionista y liante profesional.

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