Durante el transcurso de 2020 y 2021, hubo una palabra que resonó con fuerza en redes sociales: ”NFT”. De hecho, según el Diccionario Collins, “NFT” fue considerada la palabra más importante del año 2021. Tras eso, numerosos artistas e influencers comenzaron sumarse al carro con sus propios NFTs. Tal era la situación, que muchos se apresuraron a afirmar que estábamos ante el futuro del arte digital.
A día de hoy, el interés que suscitaron antaño los NFTs se ha esfumado. El colapso que han sufrido las criptomonedas han sido uno de los motivos clave, entre otros. Además, muchos aún no tienen claro qué es exactamente un NFT o para qué sirve. En este artículo, intentaremos despejarte todas las dudas posibles.
¿Qué es un NFT?
Bueno, pero ¿qué quiere decir exactamente NFT? Sus siglas corresponden a Non Fungible Token, o lo que es lo mismo, “Token No Fungible“. En resumen, se trata de un activo digital único y certificado mediante la red blockchain. A su vez, la blockchain es la tecnología que nos permite realizar transacciones de forma segura, descentralizada y sin intermediarios. Gracias a eso, las personas mantienen el control en todo momento sobre las transferencias que se realicen.
Para muestra, un botón: imagina que tienes que dar 300 euros a Manolito. Para ello, decides hacerle una transferencia a través del banco. Al realizar la transferencia, esos 300 euros primero pasan por el banco y después le llegan a Manolito. Con la blockchain, se elimina completamente al intermediario de la ecuación (el banco) y la transferencia se la haces directamente a Manolito. La blockchain encripta la información y, así, se mantiene la privacidad y seguridad.
Tienes que tener clara una cosa: un NFT no es una blockchain ni una criptomoneda. Una criptomoneda (como el Bitcoin o el Ethereum) se transfiere y funciona a través de la blockchain. El NFT es otro token como la criptomoneda, pero que al ser no fungible, es único.
Los NFTs no se pueden duplicar, pero si puedes comprarlos y venderlos. Su valor reside en que son un objeto digital único e infalsificable. Uno de los NFTs más famosos es el primer tweet de Jack Dorsey, el fundador y antiguo CEO de Twitter. En su momento, se subastó por más de 2,9 millones de dólares.
¿Qué obtengo a la hora de comprar un NFT?
A pesar de lo que muchos piensan, un NFT NO está almacenado en la blockchain. Debido a limitaciones técnicas y de costo, las blockchains no pueden almacenar una imagen en su totalidad. En su lugar, lo que se guarda es un acceso directo o enlace que te lleva al sitio donde está almacenado dicho NFT. En otras palabras: no estás comprando el arte digital, sino un enlace que te lleva al mismo.
¿A favor o en contra de los NFTs?
Al igual que sucede con los objetos de coleccionismo o las obras de arte, los NFTs son piezas únicas dentro del mundo digital. Cualquier tipo de contenido audiovisual es válido para ser un NFT: vídeo, GIF, PNG, JPEG… Según apuntan aquellos que están a favor, el NFT otorga al arte digital las mismas cualidades que posee una obra física.
Sin embargo, los NFTs también tienen grandes detractores, entre ellos, su creador. Anil Dash escribió para The Atlantic que “la tecnología debería permitir a los artistas controlar su trabajo, venderlo más fácilmente y protegerse mejor contra quienes se apropian de él sin permiso. […] Nuestro sueño de empoderar a los artistas aún no se ha hecho realidad, pero ha dado lugar a un “hype” comercialmente explotable”.
Durante los últimos tiempos, la blockchain se ha convertido en una nueva oportunidad para sacar la mayor cantidad de dinero posible. Los NFTs se han vuelto en el pasatiempo de los más adinerados, que compran estas obras para luego revenderlas por mucho más (lo que viene a ser especulación, aunque eso es harina de otro costal).
Otra de las grandes críticas que reciben los NFTs es que son poco ecológicos. Cada transacción requiere una gran cantidad de energía para funcionar, lo que significa un mayor desperdicio energético en general .
