“Alice and Sparkle”, así se llama la historia infantil que protagonizan una niña y un pequeño robot. Sin embargo, ha conseguido generar más de un debate encarnizado en Twitter debido a que se trata de una historia creada enteramente por una IA.
Ammaar Reshi, el “autor” del cuento, se encontraba experimentando con ChatGPT (un chatbot de OpenAI) cuando se le ocurrió la idea: ¿cómo podría emplear la inteligencia artificial para crear un sencillo libro infantil que regalar a sus amigos? Tras un par de días, publicó su “obra” a través de Amazon: un pequeño cuento de 12 páginas generado por completo con inteligencia artificial.
El “autor” hizo público a través de Twitter el proceso que llevó a cabo y la polémica no se hizo esperar. Actualmente, numerosos artistas profesionales se han mostrado en contra de las IAs de forma pública y el hilo de Reshi solo sirvió para avivar más el fuego aún. Muchos argumentan que esta tecnología se aprovecha de las obras de artistas y otros creadores, ya que utilizan su trabajo como material de partida.
Ammaar Reshi, jefe de diseño de productos procedente de la bahía de San Francisco, utilizó en concreto dos modelos (uno para las imágenes y otro para el texto): Midjourney y ChatGPT.
Midjourney es una muy parecida a otras como Stable Diffussion o DALL-E, por ejemplo. Su funcionamiento es bien simple: solo tienes que describir que tipo de imagen quieres y Midjourney la “creará” por ti. Para usar Midjourney, tendrás que tener Discord instalado, ya que es la única forma de acceder a el. Por otro lado, ChatGPT hace lo mismo que Midjourney pero aplicado a textos.
Reshi utilizó ambos modelos para generar un cuento ilustrado y escrito completamente con IA. El diseñador declaró a TIME que “cualquiera puede utilizar estas herramientas […] son fácilmente accesibles y tampoco son complicadas de usar”.
Este cuento demuestra que la inteligencia artificial ya podría ser capaz de realizar tareas más rápida y eficazmente que cualquier persona humana… más o menos. Lo cierto es que el libro distaba mucho de ser perfecto.
Las ilustraciones generadas por la IA presentaban varios problemas de base: manos mal hechas, artefactos sin sentido y perspectivas mal pensadas eran algunos de los errores más reconocibles. Al igual que en cualquier proyecto creativo, las ilustraciones de los libros infantiles pasan por varias rondas de revisión. Sin embargo, este ojo crítico se pierde cuando una persona inexperta se limita a describir una imagen sin entender la estructura de la misma.
