¿Cuántas veces has cogido el teléfono y has respondido con un “sí” de vuelta? Se trata de un saludo muy típico y que a muchos nos sale de forma natural, casi sin pensar. Sin embargo, los estafadores han descubierto una forma de aprovecharse de este inocente gesto con el fin de cometer un nuevo tipo de fraude telefónico.
A través de una técnica conocida como “vishing” (palabra que resulta de aunar ‘voz’ y ‘phishing’), los estafadores obtienen nuestro consentimiento de forma engañosa. Y el proceso es tan fácil que asusta.
Al recibir una llamada, lo más común es que respondamos con un “sí”. Sin embargo, este gesto abre la puerta a que los estafadores graben nuestro “sí” y lo utilicen como una seña de consentimiento. Por ejemplo, seguro que esta situación te suena: descuelgas una llamada y respondes con un “sí”. Sin embargo, no recibimos respuesta desde el otro lado del teléfono. Es probable que hasta nos cuelguen en el instante.
Otro de los modus operandi más utilizados es el de realizar preguntas. Cuando la víctima responde a la llamada y mantiene una conversación con el locutor, este puede realizarle preguntas capciosas para recibir un “sí” como respuesta. Después de grabar el consentimiento, los ciberdelincuentes pueden hacerse pasar por la víctima en diferentes situaciones. Solicitud de créditos, suscripciones extrañas… todo lo que puedas imaginar.

¿Qué debo hacer si creo que me han grabado?
Si crees que has sido el objetivo de este tipo de estafa, lo primordial es que mantengas la calma. Verifica el número que te ha llamado y comprueba que se trata realmente de quién dice ser. Para ello, puedes realizar una búsqueda en Internet y así, ver si el número es legítimo o no.
En el caso más grave, cambia las contraseñas de seguridad de tus cuentas y mantén a salvo tus credenciales más importantes. Si además quieres mantenerte seguro en todo momento, no respondas con un “sí” a las llamadas que recibas de desconocidos.