Publicidad

Artículo

Pikmin 3: una pequeña GRAN aventura

Pikmin 3: una pequeña GRAN aventura
Raúl Pérez

Raúl Pérez

  • Actualizado:

Pikmin 3 es el nuevo juego de Shigeru Miyamoto para Wii U. Es una mezcla entre juego de estrategia en tiempo real, gestión de tiempo y exploración, y tiene un control bien peculiar. Es bastante difícil explicar la profundidad jugable de Pikmin 3 que, si la miras ampliamente, va mucho más allá de mover los bichitos Pikmin de aquí para allá cumpliendo objetivos. Pikmin 3 es un verdadero juego de exploración que te hace sentir como un descubridor y que, a poco que te dejes llevar, te sorprenderá como pocos juegos logran hacerlo.


brightcove.createExperiences();

La aventura de ser aventurero

Sorprende que Pikmin sea uno de los juegos principales para Wii U, y que haya sido tratado comercialmente al mismo nivel que Super Mario o Zelda. Al fin y al cabo, no deja de ser una tercera parte de una saga muy querida por muchos fans, sí, pero no especialmente conocida entre el público general. De todos modos la producción de Pikmin 3 va un paso más allá de que los anteriores. Se ha puesto mucho cuidado en los detalles y en conseguir un juego que “guste a todos”.

Pikmin 3 te pone en la piel de tres exploradores que aterrizan en un misterioso planeta en busca de recursos energéticos. Todo sale mal, la nave se descontrola, los tripulantes se desperdigan por ahí y la misión se va al traste. Lo primero que haces es reunirlos a los tres y posteriormente tienes que recuperar varias piezas de la nave y descubrir qué pasa en este planeta.

Cómo evolucionan las misiones es parte de la magia de Pikmin 3. No hay una estructura fija de “Misión A, B, luego C, etc”. Sino que los objetivos van avanzando poco a poco de manera natural, según vayas explorando, descubriendo y pasando los días.

Cada día tienes un poco de tiempo para explorar, buscar o luchar contra enemigos finales. Al final del día debes regresar a tu nave y entonces se hace un resumen de tus avances. Lo más importante es conseguir fruta porque cada día consumirás un frasco de zumo. Así que debes tener suficientes provisiones para mantener viva la misión y terminar el juego.

De todos modos los protagonistas absolutos son los Pikmin. Unos pequeños seres que encuentras y misteriosamente te obedecen hasta la muerte. Estos animales-planta tienen diferentes habilidades según el color y sirven tanto de soldados, como de trabajadores o recolectores. Hay seis variedades que utilizas para atacar enemigos y monstruos, romper paredes, llegar a zonas inalcanzables… de todo.

Gestionar los Pikmin, qué hacen, cómo y cuándo es el corazón jugable de Pikmin 3. Debes decidir minuto a minuto cómo usar tus Pikmin, a qué atacar, cuándo deben recoger objetos valiosos, y también defenderlos. Aunque son tipos duros los Pikmin mueren, así que mantenerlos con vida y/o conseguir más será otra de tus preocupaciones.

Con esta mano de obra tan barata podrás avanzar en tus exploraciones. Encontrar la fruta, resolver los enigmas y matar a los grandes enemigos finales. Lo mejor de Pikmin 3 es que todo es una gigantesca sorpresa. No sabes qué hay detrás de cada escenario o territorio inexplorado: ¿Habrá un enemigo gigantesco? ¿Una pieza de fruta enorme? ¿Un puzle que debes solucionar para avanzar? La sensación de aventura está muy marcada y es tremendamente placentera.

Gamepad o wiimote: siempre te faltará algo

Pikmin 3 tiene un control que por un lado es muy acertado y que por otro falla al querer complacer a todo el mundo. El control original, y para el que está pensado el juego, es con el gamepad de Wii U. La pantalla sirve para lanzar diferentes órdenes, para ver el mapa del escenario, seguir la historia o incluso como glosario de Pikmins y otros bichos.

Por desgracia el gamepad de Wii U es muy impreciso a la hora de mover la mirilla -que sirve para dar órdenes-, o la cámara. Pikmin 3 tiene un control muy extraño, todo sea dicho, y cuando llevas a 100 Pikmins, organizados en varios grupos, moviéndolo todo al mismo tiempo, lo que menos necesitas es falta de fiabilidad.

Ahora bien, puedes elegir jugar con la clásica combinación de Wiimote + Nunchuck. De esta forma el control es muchísimo mejor, más preciso, intuitivo y rápido. Se juega realmente bien a Pikmin 3 de este modo… pero hay un problema: pierdes la pantalla del gamepad, cuya información es vital para llevar bien la partida. No hay manera de ver esa información en la tele, así que o juegas con todo a la vez (wiimote en las manos y gamepad al lado, en el sofá, o en tus piernas) o al final es mejor optar por el control de Wii U, a costa de perder precisión.

Un mundo en miniatura

Pikmin 3 muestra un mundo gigante en comparación con los personajes principales. La sensación de estar en ese planeta de escala descomunal es buenísima y posiblemente el mayor acierto del juego.

A nivel técnico el juego nos ofrece algunos detalles magníficos: como las texturas de la vegetación, la sensación de estar en un planeta inhóspito, los grandes enemigos finales, o un diseño de niveles que te sorprende cada pocos minutos. Se nota la mano de Miyamoto aquí.

No todo es bueno. Por ejemplo la cámara es bastante molesta de manejar y en los momentos de estrés, como en las luchas finales, podemos perder muchos Pikmins por su culpa.

Conclusión

Es obvio que Pikmin 3 es un juego único, muy especial. Precisamente por eso es difícil que llegue al público masivamente, o que se convierta en un título “vendeconsolas”. No importa, nada de eso empaña una aventura con una jugabilidad perfectamente estructurada, unos personajes carismáticos y un montón de secretos por descubrir. Si tienes Wii U no hay motivos para no tener también este juego.

Puntuación: 8

Disponible en: Wii U

Raúl Pérez

Raúl Pérez

Lo último de Raúl Pérez

Directrices editoriales