Si algo hace bien Netflix son los thrillers españoles. Este género asfixiante es una de las mayores especialidades del país, y la plataforma lleva años alzándolos a través de directores como David y Álex Pastor u Oriol Paulo. Ahora, otro director catalán se ha sumado a esta tendencia con una película que ha conquistado todo el mundo: Albert Pintó.
El director de Matar a Dios y Malasaña 32 acaba de estrenar Nowhere, película protagonizada por la aclamada Anna Castillo que se ha transformado en una de las más asfixiantes que se recuerdan. Y, como se veía venir gracias al sello Netflix, ha conseguido triunfar a lo grande: alcanzando el número 1 del servicio de streaming en la friolera de casi 60 países.
La nueva Buried es aún más asfixiante
Nowhere se sitúa en un futuro distópico cercano, y cuenta la historia de Mía (Anna castillo), una mujer embarazada que huye de su país totalitario escondida en un contenedor marítimo. Para hacerlo, debe separarse de su marido (Tamar Novas), y sobrevivir a una violenta tormenta que la arroja al mar dejándola completamente sola. Así, en la soledad más absoluta y a la deriva en mitad del océano, Mía tendrá que sobrevivir para salvar a su futura hija y volver a encontrarse con su esposo.
Al estilo de Buried, la película de Rodrigo Cortés que llegó a lo más alto en 2010, Nowhere presenta una historia increíblemente asfixiante y llena de aristas. Se trata de la consolidación de Albert Pintó como un gran director, de Anna Castillo como una actriz increíble y de Netflix como el hogar de este género para España.
No hay duda de que Nowhere va a seguir creciendo, y es que después de triunfar ya en seis decenas de países, aún debe recalar en muchos otros donde la historia será igualmente bien recibida. Desde luego, estamos en un momento excepcional para el audiovisual español.
