Aunque pueda resultar extraño, la línea que separa el mundo cinematográfico de los videojuegos, es mucho más estrecha de lo que pensamos. Y si no que se lo pregunten a Netflix, quien tras presentar los recientes resultados económicos, ha identificado a Fornite como uno de sus grandes competidores.
El juego de Epic Games, que ha batido todos los récords durante el pasado año, se hace hueco entre los gigantes del entretenimiento como HBO, Amazon, Hulu o la propia Netflix, “robándoles” cientos de miles de horas de visualización a través de plataformas como Youtube o Twitch.
De hecho, el problema para Netflix no se encuentra tanto en los vídeos del propio juego (recordemos que el streaming más visto de la historia de Youtube se logró gracias a Fornite) sino en el ecosistema que rodea al título, pues supone una “distracción” para sus potenciales clientes.
La pregunta es: si os diesen a elegir, ¿con cuál preferiríais pasar el rato?
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