En el sector de la tecnología sigue habiendo muchos prejuicios en torno al papel de la mujer en la industria. Parece que, para mucha gente, las mujeres que se dedican a las profesiones técnicas deben tener un aspecto determinado, por lo que, quien rompe con este canon (que a saber cuál es…), tiene que ser una impostora. Esto es lo que le ocurrió a Lyndsey Scott, modelo de Victoria’s Secret e ingeniera y desarrolladora de apps.
Todo empezó cuando, al ganar cierta notoriedad en las pasarelas, algunos fans de esta chica de 34 años descubrieron que, además de desfilar para grandes marcas, Scott tenía una amplia carrera en el mundo del desarrollo informático. Muchas cuentas de Instagram se hicieron eco de este asunto, como esta, coding.engineer, donde empezó la polémica.
“Esta modelo de Victoria’s Secret puede programar código en Python, C++, Java, MIPS y ObjectiveC”. PROGRAMAR ES PARA TODOS.
Los trolls no tardaron en llegar, ofreciendo perlas como estas llenas de prejuicios (algunas pueden leerse en la publicación, otras ya han sido borradas, suponemos que por vergüenza):
“¿Se lo cree alguien? Yo no lo creo”
“Sí, sabrá escribrir HOLA MUNDO”
“Qué desperdicio”
Scott, que leyó estos comentarios que intentaban ridiculizarla, no tardó en contestar. Su “zasca” dio la vuelta al globo:
“Tengo 27481 puntos en StackOverFlow. Estoy en el equipo iOS tutorial de RayWedelich.com, soy la principal ingeniera de software IPS en Rally Bound, me licencié en Amherst en ciencias informáticas y teatro, y puedo ganarme la vida haciendo lo que me gusta. Viendo comentarios como estos me pregunto por qué el 41% de mujeres en carreras técnicas lo dejan por tener un ambiente laboral hostil. A saber”.
Tras este comentario, que puso las cosas en su sitio, Lyndsey Scott recibió muchos halagos, al dar visibilidad a un problema muy común: como la sociedad ridiculiza a las mujeres poniendo en entre dicho su trabajo, sobre todo en profesiones que historicamente han sido ‘de hombres'”:
Además, en su propio Instagram compartió la foto, complementándola con un mensaje de lo más alentador:
“Normalmente intento ignorar lo negativo, pero esta vez decidí comentar. No intento presumir, jajaja, solo confirmo los hechos con la esperanza de convencer a algunos de estos comentaristas negativos de que las/los programadoras/es vienen en todas las formas, tallas, géneros, razas, etc, y de que la próxima vez se lo piensen dos veces antes de dudar de las capacidades de las mujeres y chicas que se dedican a la tecnología”.
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Lyndsey Scott, que tiene una web donde comparte algunos de sus logros como programadora, es un ejemplo para todas esas chicas que se quieren dedicar a este oficio: no haz caso de lo que digan, confía en tus habilidades y no cambies un ápice por esos que te critican. ¡Bravo Lyndsey!
¿Eres chica y has vivido algún episodio de discriminación por ello en el trabajo o los estudios? Cuéntanoslo en los comentarios.
