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GIMP al rescate de las fotos de tus vacaciones

Abel Bueno

Abel Bueno

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A la vuelta de cualquier viaje de vacaciones es normal que traigas tres cosas: bolsas de ropa sucia, souvenirs para regalar entre tus parientes y amigos, y un montón de fotos para recordar aquellos felices días.

Lo malo de hacer tantas fotos es que, al llegar a casa, nos damos cuenta de que muchas han salido mal. Cuanto más fácil es hacer una fotografía, menos atención prestamos a detalles como el encuadre, la exposición o la fidelidad de los colores.

¿Has metido la pata con tus preciosos recuerdos? No está todo perdido: muchas de estas fotos valdrán la pena tras aplicarles unos retoques. Vamos a enseñarte cómo llevar a cabo los más habituales con un programa como GIMP, que además es totalmente gratis.

1. Fotos torcidas o mal encuadradas

Agarrar la cámara con una mano o caminar mientras haces una foto solo conseguirá que salga torcida. La próxima vez tómate tu tiempo en capturar la imagen pero tampoco desesperes con las que ya has tomado.

En GIMP existe una herramienta llamada Rotar. Úsala con tu fotografía, no sin antes arrastrar el puntero desde la regla horizontal hasta el punto más cercano al horizonte para crear una guía de referencia.

Ahora ya puedes girar la foto hasta que se encuentre recta. Si lo ves necesario, muestra o recorta los bordes vacíos con la herramienta Imagen > Autorrecortar.



2. Retratos a contraluz

Los retratos a contraluz pueden resultar muy expresivos. Sin embargo, para los no fotógrafos casi siempre son accidentales y no deseados, fruto de compensar un paisaje muy iluminado con una persona cerca del objetivo sin flash.

Para restaurar la luminosidad del motivo principal puedes echar mano de la herramienta Niveles, que se encuentra dentro del menú Colores.

Una vez abierta verás el llamado Histograma, es decir, la representación de los niveles de luminosidad de la imagen. Solo tienes que mover ligeramente los deslizadores para equilibrar los tonos oscuros y claros de la imagen.

Ten en cuenta que modificar la exposición puede provocar que el fondo aparezca “quemado”, es decir, excesivamente iluminado. Para evitarlo, procura seleccionar únicamente la figura humana que quieres retocar.

3. Colores poco fieles a los originales

Las fotos de las vacaciones suelen tomarse en exteriores, en circunstancias muy diferentes y con fuentes de luz de distinta naturaleza. Es normal que al usar la cámara en modo Automático, los colores aparezcan demasiado “fríos” (azulados) o “cálidos” (anaranjados).

Ejemplo de imagen demasiado fría o azulada

Ejemplo de imagen demasiado cálida o anaranjada

Para corregirlos existen dos herramientas en GIMP que hacen maravillas: una es la de Niveles, que hemos visto en el apartado anterior y para la que puedes seleccionar canales o tonos de color específicos (rojo, verde y azul).

La otra es la herramienta Balance de Colores, también dentro del menú Colores. Gracias a ella puedes compensar el exceso de determinados colores para los tonos oscuros, medios y claros de tus fotografías. Por ejemplo, a continuación hemos equilibrado una foto demasiado azulada potenciando colores opuestos como amarillo y rojo.

En este otro ejemplo, hemos balanceado una imagen más cálida arrastrando los niveles al azul y al cian.

4. Hay objetos que estorban

A veces ocurre que la foto que has tomado es técnicamente perfecta pero aparece en ella un poste, un turista despistado o el más habitual y odioso: tu propio dedo tomando protagonismo desde una esquina.

En GIMP hay dos herramientas que eliminan estos objetos de las fotografías: el Clonado y el Saneado. Ambos son muy parecidos ya que antes de pintar sobre el área a borrar, has de tomar una muestra de otra parte de la imagen. Esto se consigue haciendo clic sobre ella mientras pulsas la tecla Ctrl.

La diferencia entre el Clonado y el Saneado es que el segundo aplica también ciertos retoques inteligentes para adaptar la textura al contorno, por lo que es más recomendable en fondos complejos, mientras que el tampón de clonar sirve mejor en imágenes sencillas.

Aquí tenéis el resultado después de eliminar la boya y el barco que estorban en la primera imagen.

5. La foto en sí es poco atractiva

A pesar de todos estos cambios y retoques, hay algo de lo que una foto difícilmente puede escapar: que sea sosa o carezca de interés para tus amigos.

En este caso tienes la razonable opción de desecharla, que no cuesta nada, o bien tratar de darle algo de vidilla aplicándole un filtro como los que puedes hacer con aplicaciones como Instagram. No es algo que salve tu foto, pero como está de moda, quizás gane a los ojos de tus conocidos cuando la publiques en tus redes sociales.

En GIMP, gracias a sus scripts, existen muchos filtros y efectos que puedes descargar desde Internet y aplicar mediante el menú FIltros > Python-Fu o Script-Fu:

¿Usas GIMP para retocar tus fotos? ¿Qué herramientas usas más?

Abel Bueno

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