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Madonna, cuatro décadas de escándalos y hits

Madonna, cuatro décadas de escándalos y hits
María López

María López

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La verdad es que Madonna no necesita apenas presentación. La cantante, actriz, compositora y empresaria ha conseguido dejar tras de sí una huella imborrable en la historia de la música. Allanó el terreno para las popstars que vinieron tras ella y se convirtió en la vara de medir de todas (Britney Spears y Christina Aguilera son buenos ejemplos de ello).

Madonna es mundialmente conocida como la Reina del Pop, pero un título de tal magnitud no se consigue así como así. La historia que esconde su mito es cuanto menos, digna de una ficción de las que podemos ver en Netflix a día de hoy.

¿Quién es Madonna?

Definir quién es Madonna puede ser algo bastante complicado, pero podemos empezar diciendo que es la cantante más influyente de la historia. Posee la hazaña de haber vendido más de 380 millones de discos a lo largo de su carrera musical.

Nació y creció en Bay City, Michigan y su familia procede de inmigrantes italianos (aunque su madre tenía antepasados franceses). Madonna tiene 5 hermanos, de los cuales dos son mayores que ella (Anthony y Martin) y tres son más jóvenes (Paula, Christopher y Melanie). Desde bien joven, la cantante ha sido conocida por su actitud irreverente y sus ganas de desafiar lo establecido, algo que se verá reflejado posteriormente a lo largo de su carrera artística.

Sin embargo, su infancia no fue un camino de rosas. Su madre murió cuando ella contaba con apenas 5 años, hecho que ella misma relata en su canción Mother and Father (American Life, 2003). Su padre por otro lado, se encargó de que Madonna recibiera una educación estrictamente cristiana. No obstante, nada podía contener a la incombustible cantante, que se mudó con 16 años a Nueva York con 35 dólares en el bolsillo y una maleta llena de sueños.

Fotos hechas por Michael McDonell entre 1978 y 1979

Los inicios de Madonna: bailes por Nueva York

Madonna demostró un gran interés por lo creativo desde bien joven. Su padre la inscribió en clases de piano y tras ello, comenzó con el ballet. Aunque recibió una beca para estudiar baile en la Universidad de Michigan, Madonna lo dejó todo y se fue a Nueva York. Allí comenzó a trabajar como camarera en un Dunkin Donuts mientras proseguía con sus clases de baile.

Madonna y The Breakfast Club (2019)

Empezó bailando para el artista francés Patrick Hernandez. Durante una se sus giras, conoció a al músico Dal Gilroy, con el que mantuvo una relación romántica. De esta unión nació la banda The Breakfast Club, donde Madonna hacía las veces de cantante, guitarrista y batería. Al inicio de los años 80, Madonna abandonó la banda y formó otra llamada Emmy. Sin embargo, aquí ya no estaría Gilroy, sino Stephen Bray (su siguiente pareja).

El talento de Madonna no pasó desapercibido y consiguió acceder a una reunión con Sire Records gracias al productor musical Mark Kamins. Tras esto, dio comienzo a la leyenda: en 1982 tuvimos Everybody, seguido de Burning Up al año siguiente. La popularidad de Madonna crecía a pasos agigantados y entre 1984 y 1985 consiguió vender 14 millones de álbumes. Su mítico Like a Virgin fue lanzado en noviembre de 1984 y se posicionó en el número 1 hasta en 7 países diferentes.

Madonna, “mocatriz” por vocación

Madonna puede ser definida con muchos adjetivos (escandalosa, provocativa, rebelde, etc) pero sobre todo, es polifacética. Como cantante rompió récords de todas clases: su álbum Like a Virgin fue el primer disco de una cantante femenina que consiguió vender más de 5 millones de copias tan solo en Estados Unidos. Sin embargo, durante los años 90 decidió embarcarse en el mundo del cine.

En 1990 Madonna participó en la película “Dick Tracy” y lanzó un álbum junto al filme llamado I’m Breathless. Madonna era la protagonista de la cinta junto a Warren Beatty, que se convertiría en su pareja. Dentro del disco I’m Breathless se incluyó una de las canciones más icónicas de Madonna, Vogue. En 2009, la cantante contó a Rolling Stone que tras filmar la película, fue su “obsesión con los bares clandestino y las estrellas del celuloide” lo que la llevó a escribir Vogue.

Madonna en Vogue

Sin embargo su fascinación con el cine viene desde bien pequeñita. Entre algunas de sus actrices favoritas, podemos encontrar nombres de la talla de Grace Kelly o Marilyn Monroe, claras referencias estéticas para Madonna.

Aunque hemos hablado de “Dick Tracy”, su primera incursión en el cine profesional fue con “Desperately Seeking Susan”, que se convirtió en una de las cinco películas más taquilleras de 1985 en Estados Unidos. En los años posteriores, Madonna participó en más películas como “Shanghai Surprise “(1986), “¿Quién es esa chica?” (1987) o “Evita“(1996).

A pesar del éxito que Madonna vivía como cantante, no se podía decir lo mismo de sus películas. A día de hoy, la mayoría de ellas son consideradas objetos de culto, pero lo habitual era que fueran fracasos en taquilla y que acumularan críticas nefastas.

Con la iglesia hemos topado

A Madonna siempre le ha perseguido la polémica por allá donde ha ido. Su rebeldía se ha convertido en una de sus señas de identidad y nada ni nadie ha podido pararle los pies en toda su carrera musical.

Ya en 1984 consiguió revolucionar la primera edición de los MTV Video Music Awards, donde interpretó Like A Virgin con una coreografía extremadamente provocativa para la época. Sus canciones posteriores también se llevaron grandes hachazos por parte del sector más conservador americano, como es el caso de Papa Don’t Preach o Justify My Love. En el caso del primero, causó un gran revuelo entre los grupos antiabortistas por su letra, donde Madonna le explica a su padre que se ha quedado embarazada (figuradamente). Por si fuera poco, durante su Who’s That Girl World Tour (1987), la artista proyectaba imágenes del Papa Juan Pablo II junto a imágenes que promocionaban el sexo seguro.

No obstante, uno de los mayores escándalos de Madonna vendría de la mano de Sex y Erotica, un libro y un álbum que, desde luego, no dejaban lugar a la imaginación. La reacción que suscitaron ambos proyectos fue tan negativa que incluso la propia Madonna llegó a pensar que su carrera había acabado. Nada más lejos de la realidad, ya que a la Reina del Pop aún le quedarían muchos años para seguir liándola.

Foto realizada por Steven Meisel para su libro, Sex

Además del sexo, otra de las grandes pasiones de Madonna es meterse con la iglesia. Tras la proyección de las imágenes del Papa Juan Pablo II en su tour, el pontífice intentó prohibir que Madonna actuara en el país con Blonde Ambition Tour (y de regalo, la excomulgó). La cantante también es conocida por utilizar la simbología cristiana (en especial, las cruces) dentro sus shows, como por ejemplo en The Confessions Tour (2006).

Madonna en The Confessions Tour interpretando Live to Tell

Durante toda su carrera, Madonna siempre ha sido muy vocal con la injusticias. En 2003, Madonna lanzó American Life, un álbum extremadamente político y que coincidió con la guerra de Irak. De hecho, la propia Madonna tuvo que cancelar la emisión del videoclip de su single homónimo en Estados Unidos, en medio de críticas y acusaciones de antipatriotismo. En dicho vídeo, se muestran soldados, víctimas, miembros amputados e incluso representaciones de George W. Bush y a Sadam Hussein.

Fotos del vídeo original de American Life (2003)

Para concluir, no podemos olvidar una de sus actuaciones más reconocidas e icónicas: el beso con Britney Spears y Christina Aguilera en el escenario de los MTV Music Awards de 2003.

María López

María López

Artista de vocación y amante de la tecnología. Me ha gustado cacharrear con todo tipo de gadgets desde que tengo uso de razón.

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