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Juego de Tronos 8×05: todo lo que te perdiste y debes saber

Juego de Tronos 8×05: todo lo que te perdiste y debes saber
Nacho Requena Molina

Nacho Requena Molina

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Penúltimo capítulo de esta octava y definitiva temporada. Si por algo ha destacado este episodio es por las escenas tan violentas que tiene. Puede que estuviéramos acostumbrados a la sangre y los momentos duros, pero aquí es la recreación del miedo y del dolor. Juego de Tronos está a sólo hora y media aproximadamente de finalizar y las cartas se están despejando. Contamos de nuevo con Carlos Lorenzo, director del podcast de Podcast de Hielo y Fuego, para ver cada detalle.

AVISO: hay spoilers, por lo que recomendamos no leer hasta que se visione el episodio.

El trono sólo es de Daenerys

Los primeros compases del 8×05 corroboran lo que ya sabíamos por episodios previos: Daenerys no quiere que nadie sepa que Jon es el heredero real del trono de hierro. Por esta razón, una de las principales decisiones que toma es eliminar a Varys (su principal confidente, pero conocedor de todo lo que está sucediendo).

La linealidad narrativa que se tiene con Varys en la serie es bastante loable, ya que respeta lo que es la idiosincrasia en sí del personaje. En otras palabras, el eunuco se puede mostrar como alguien despreciable y a quien no le importa nada, pero la realidad es que siempre busca lo mejor para su pueblo, sea quien sea el rey. Como a la Madre de dragones no la ve como una buena reina, este se encarga de escribir determinadas notas para que la información se dé a conocer en otras partes del reino. Quiere lo mejor para este, y buena prueba de ello es la conversación que mantiene con Jon Snow, a quien comenta que él es el mejor rey posible para el territorio.

Daenerys ordena ejecutar a Varys, y lo hace a través del fuego de su dragón. Sin embargo, deja una frase que será clave no sólo para el resto del episodio, sino también para el que está por llegar: “De verdad espero estar equivocado. Adiós, viejo amigo”. Dracarys.

La confianza se murió

Veníamos comentándolo desde el inicio de la octava temporada: el distanciamiento entre Daenerys y Jon. En este quinto episodio ya directamente se observa que la relación entre ambos está muerta, y esto queda visible en la conversación que ambos mantienen en el dormitorio.

  • “Yo no tengo amor aquí, sólo miedo”, dice Daenerys.
  • “Te quiero, siempre serás mi reina”, responde Jon.

A partir de este diálogo, Daenerys enfurece: “¿Es todo lo que soy para ti, tu reina?”. Jon se separa, no le da un beso y su no respuesta es la mejor de las contestaciones. La madre de dragones lo deja claro: “Muy bien, miedo entonces” [y nada de amor].

La hija del Rey Loco

Es, y con mucha diferencia, el momento culmen de este 8×05: el paso al “lado oscuro” de Daenerys. Ya no hay vuelta atrás y poco queda de esa chica cándida y asustada de la primera temporada. La madre de dragones se está convirtiendo en todo aquello que fue su padre: el Rey Loco.

La ira y furia están consumiendo a la reina con cada nuevo capítulo que se emite, y todos sabíamos que iba a terminar perdiendo la cabeza. Sin embargo, lo que ninguno esperábamos era que su maldad llegara hasta tal punto. Cuando las fuerzas de Cersei se rinden y tañen las campanas para la rendición, Daenerys no duda ni un segundo en continuar con la batalla y quemar toda la ciudad, población incluida Ante sus ojos, la venganza merece continuar, de ahí que termine sucediendo la primera paradoja que va a dejar Juego de Tronos: quería derrocar a una tirana y se ha terminado convirtiendo en una.

El fin de Cersei

Era una muerte cuasi anunciada, así que a pocos nos ha sorprendido el fallecimiento de Cersei. La particularidad de su caída está en que hace el papel de villana hasta el último segundo. Es incapaz de ver que su pueblo está sufriendo y que va a perder la batalla ante Daenerys, pero ella permanece altiva y sin cambiar el semblante en lo alto de la torre. Hasta que el dragón no está delante de sus narices no es capaz de reaccionar.

Cabe destacar que su caída es un easter egg a las ocho temporadas que llevamos. Aunque siempre parece que no se va a derrumbar y que su amor por Jaime es superficial, a la hora de estar condenada a morir esta se derrumba. Las lágrimas corren por su rostro mientras que Jaime la consuela. El primer capítulo de la serie arrancó con ambos personajes haciendo el amor y estos terminan su andanza por la ficción dándose amor. Es la cuadratura del círculo.

Los ojos verdes

No cabe duda de que es uno de los grandes huevos de pascua que tiene esta serie: el desarrollo argumental de Arya Stark como personaje. En el tercer capítulo de esta octava temporada, Melisandre le comenta que cerrará varios ojos: marrones (los humanos), azules (el del Rey de la Noche) y verdes. En este último punto, todos pensábamos que sería la pequeña de la casa del norte quien acabaría con Cersei, pero la escena con el Perro impide que Arya sea quien ejecute la reina (quien al final termina sepultada, qué cosas tiene la vida).

Por tanto, el vaticinio de la bruja sigue en pie, ante lo que nos preguntamos una cosa: ¿quién queda con los ojos verdes (o claros, en su defecto)? Sólo hay dos posibles respuestas: la propia Daenerys y su dragón. Teniendo en cuenta cómo finaliza el capítulo, donde se ve que Arya ha añadido a su lista de “gente por matar” a la madre de dragones, desde luego deja claro que nos espera un desenlace apoteósico.

El más duro de todos

Vamos a cerrar este artículo con un punto que nos ha encantado: independientemente de gustar más o menos, no cabe duda de que estamos ante el capítulo más duro de todo Juego de Tronos. No hacemos referencia a que haya más violencia, gore o escenas sangrientas, sino a que toda esta orgía visual responde a una simple sed de venganza que nunca se va a saciar. El leitmotiv no es más que el matar por matar.

Para hacer partícipe al espectador de todo este infierno, la cámara se recrea en aspectos que antes se prescindían. Se ve a las familias muriendo por las llamas de Drogon, a las fuerzas de Daenerys matando de manera indiscriminada a pesar de la rendición de Desembarco del Rey, a madres e hijas abrazándose antes de fallecer, a violaciones, vejaciones y la crueldad más despiadada. No hay límites para reflejar el que puede ser el capítulo más cruel de todo Juego de Tronos ante cómo se muestra la vileza del ser humano.

Nacho Requena Molina

Nacho Requena Molina

Periodista especializado en videojuegos y tecnología. Casi dos décadas dedicado a ello.

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