Meta, la empresa conocida anteriormente como Facebook, no ha empezado el año con muy buen pie en terreno europeo. A su ya masiva colección de multas y regulaciones se suman ahora un par más realizadas por la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC) que, en términos coloquiales, podrían “hacerle mucha pupa”.
La DPC anunció en un comunicado de prensa que amonesta a Facebook e Instagram por forzar a los usuarios a dar su consentimiento para que se procesaran sus datos personales con fines publicitarios en los términos y condiciones que las empresas crearon tras implantarse la nueva ley de protección de datos europea.
“Hazte con todas” (las multas)
Según el comunicado, la cuantía económica de las sanciones ascendería hasta los 210 millones de euros en el caso de Facebook, y 180 millones de euros en el caso de Instagram, sumando así un total de 390 millones de euros. La sentencia llega casi 5 años después de las denuncias llevadas a cabo por dos ciudadanos europeos, poco después de que se implementara el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD).
Meta sumaría así dos sanciones más a su ya extensa colección de multas por violación de la privacidad. Respecto a Facebook, la lista incluye: una multa de 265 millones de euros en noviembre de 2022, una multa de 17 millones de euros en mayo del mismo año y una multa de 60 millones de euros hace justo un año. Instagram tampoco se libraría, con una multa de, atención, 405 millones de euros que recibió el pasado mes de septiembre.
Con las multas anunciadas en el día de ayer, la sangría económica de Meta ascendería hasta un total de 1.137 millones de euros. Una cifra que, si bien puede parecer “calderilla” para una megaempresa tecnológica del calibre de Meta, seguramente habrá afectado a su negocio significativamente.
Un mal comienzo de año para las grandes tecnológicas
Enero no ha empezado nada bien para las empresas tecnológicas. Además de Meta, dos de las empresas de Elon Musk: Tesla y Twitter, han sido multadas en los últimos días por diversas razones. En el caso de Tesla, el organismo antimonopolio de Corea del Sur habría impuesto una multa de 2.800 millones de wones (cerca de 2 millones de euros) por un supuesto caso de publicidad engañosa.
Por otro lado, la empresa propietaria del edificio de oficinas de Twitter en la ciudad de San Francisco habría denunciado a la compañía de Musk por no pagar el alquiler del inmueble, acumulando un impago de 136.250 dólares. Algo que se sumaría a la reciente decisión de Twitter de retrasar todos los pagos a contratistas y proveedores.
