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La increíble historia de ‘Cluedo’, el juego de mesa millonario por el que su autor recibió una miseria

5000 libras a cambio de 150 millones de juegos

La increíble historia de ‘Cluedo’, el juego de mesa millonario por el que su autor recibió una miseria
Randy Meeks

Randy Meeks

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Año 1942. Birmingham sufre el bombardeo de la Luftwaffe nazi cada poco tiempo. Tanto es así, que se convirtió en la tercera ciudad británica más bombardeada en la II Guerra Mundial tras 77 ataques en los que murieron 2241 personas y 12.391 casas fueron destruidas. Y en medio de ese desastre, Anthony E. Pratt trabajaba en una fábrica que creaba componentes para tanques, un trabajo laborioso y repetitivo que odiaba. Entre la guerra y su trabajo tedioso, Pratt se evadió de la mejor forma posible: creando su primer juego de mesa.

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Una aplicación completa para iPhone, de Marmalade Game Studio Limited.

La señorita Amapola en el salón de baile

Antes de convertirse en un fabricante de tanques, Pratt fue un músico que tocaba en distintos hoteles para gente rica donde lo más destacado de esas noche del periodo de entreguerras era jugar al murder mystery. O lo que es lo mismo: descubrir quién había cometido un asesinato de entre todos los presentes. La lectura de las novelas de Agatha Christie y Raymond Chandler hicieron el resto: el 1 de diciembre de 1944, el británico y su esposa Elva, que diseñó el tablero, registraron un juego llamado ‘Murder!’ (‘¡Asesinato!’). Pero la historia no acaba aquí… Y aún iba a tener unos cuantos giros inesperados.

Poco después de registrarlo, la pareja fue a Waddingtons, una empresa de juegos de mesa (que en 1994 sería adquirida por Hasbro) y que ya publicaba ‘Monopoly’ en el Reino Unido. Por aquel entonces el juego ya era básicamente lo que conocemos: una casa de campo con distintas habitaciones en la que se encuentra un cuerpo y todos los invitados son potenciales asesinos. Y claro, solo encontrando las pistas correctas se solucionará el misterio. Los Pratt convencieron inmediatamente a Waddingtons, que accedió a distribuirlo.

Hay que decir que Waddingtons cambió el juego ligeramente para hacerlo más accesible: de diez personajes bajó a seis y se quitaron algunas armas, como la jeringuilla hipodérmica o el bastón irlandés. De todas maneras, las ideas originales terminaron apareciendo en algunas de las muchas -muchísimas, imposibles de seguir- versiones del juego de mesa.

Si creéis que esta es una historia de cómo Anthony E. Pratt se hizo rico, pensad de nuevo. Cuando, por fin, ‘Cluedo’ salió a la venta en 1949, los resultados en un Reino Unido postbélico fueron más bien discretos. La empresa le dijo a los Pratt que no se estaba vendiendo muy bien, especialmente en América, y le compraron los derechos mundiales por 5000 libras (el equivalente a unas 100.000 de la actualidad). Ninguno de los dos volvería a ver dinero de ‘Cluedo’ y su nombre pasaría al anonimato.

En 1996, y para celebrar que se habían vendido 150 millones de unidades, Waddingtons (ya parte de Hasbro) trató de buscar a Pratt para festejarlo junto a él. Había muerto dos años antes, a los 90. Desde que recibiera el dinero por ‘Cluedo’ abrió una tienda de golosinas y ejerció de ayudante de abogado en el más absoluto anonimato. Y sin embargo, su juego ha prevalecido hasta ahora.

Sherlock Clue

En su salida estadounidense, ‘Cluedo’ (allí ‘Clue’) consiguió un acuerdo con los herederos de Arthur Conan Doyle para anunciarse como “el nuevo gran juego de Sherlock Holmes, a pesar de que el detective ni estaba ni se le esperaba (luego, todo sea dicho, sería el protagonista de varios anuncios televisivos en los 70 y 80, cuando el marketing trabajaba a todo trapo).

Desde entonces, ‘Cluedo’ lo ha sido todo. Literalmente, todo. Empezando, claro, por el propio juego de mesa con sus distintas acepciones: con VHS incorporado al estilo ‘Atmosfear’, en una versión infantil donde encontrar quién escondió al perrito perdido, juegos de cartas y hasta adaptaciones de ‘Los Simpson’, ‘Friends’, ‘Rick y Morty’ y ‘Brooklyn 9-9’. Incluso en Hasbro idearon una especie de nueva versión que vino a sustituir al clásico (‘Cluedo: Discover the secrets’) y que fue tal fracaso que dos años después se vieron obligados a retirar del mercado. Deberían haber aprendido de la historia de la New Coke.

‘Cluedo’ ha tenido una colección de 18 novelas infantiles, dos miniseries de cómic, un musical y una obra de teatro que podían terminar de 216 maneras diferentes según lo que decidiera la audiencia, una serie de televisión, concursos en Canadá, Australia, Reino Unido, Alemania, Italia, Portugal, Francia y Escandinavia, una decena de videojuegos y, por supuesto, la película.

Hoy por hoy, ‘El juego de la sospecha’ (el título español de ‘Clue’) es considerado un clásico de culto, pero en 1985 fue un sonoro fracaso en taquilla a pesar de su curiosa manera de llevar a la gente tres veces al cine: en cada uno de los pases se ofrecía uno de tres finales distintos (que hoy por hoy se han recopilado en la película completa). Hubo un cuarto final pensado, pero les pareció de baja calidad y jamás llegó a proyectarse.

Ah: al final, ‘Cluedo’ tuvo su versión de Sherlock Holmes cuando Hasbro decidió que no quedara franquicia sin su versión del juego. Para vender 150 millones de ejemplares hay que saber cómo hacerlo, ¿no? Y ahora, ¿sabes quién ha matado a nuestra víctima de hoy? ¿Dónde? ¿Y con qué arma?

Randy Meeks

Randy Meeks

Redactor especializado en cultura pop que te escribe en webs, revistas, libros, redes sociales, guiones, cuadernos y servilletas si no hay más sitios donde dar la chapa

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