No llaméis a Iker Jiménez: de momento no ha aparecido ningún venusiano por la Tierra saludando y pidiendo ver a nuestro líder. Pero, según el último informe de un grupo de astrónomos, es posible que al tener miedo de los marcianos estuviéramos mirando al lado incorrecto del sistema solar. ¿Hay vida en Venus? La respuesta es más “quizá” que un “no” rotundo.
Venus del brazus
‘Nature Astronomy’, una revista especializada en ciencia que se lleva publicando desde enero de 2017, ha publicado un estudio que indica que en las nubes del planeta se ha encontrado una extraña molécula llamada fosfina. Se trata de un gas muy inflamable que debe estar helado para mantenerse así: a temperatura ambiente explota… Y libera olor a ajo y pescado podrido. Si los venusianos existen, lo primero que les tenemos que enseñar es la colonia.
No está claro, pero la fosfina podría ser un indicador de vida. Sí, también se ha encontrado en Júpiter y Saturno, pero en este caso la diferencia está en que no se sitúa en la atmósfera del planeta, sino que está formado por materia orgánica en descomposición. O lo que es lo mismo, por enterarnos, que su composición está hecha de fósforo e hidrógeno.
No es menos cierto que la fosfina encontrada no está a tamaños que puedan suponer un cambio en el tablero: en diciembre de 2022, la NASA no encontró la molécula en la atmósfera de Venus: como mucho, habría 0,8 partes de fosfina por cada mil millones de todo lo demás (eh, hay gente que tiene aún menos posibilidades de ligar). Sin embargo, en Hawái y Chile han sido más optimistas al respecto, aunque necesitan más tiempo para investigar.
Si esperabas que la respuesta a este artículo fuera “Sí, sin duda, y mañana vendrán a desayunar a tu casa, así que no te olvides de comprar cruasanes” entendemos la decepción, pero no deja de ser un avance científico increíble… que, a larguísimo plazo, lo puede cambiar todo. De momento, seguid haciendo planes para mañana: no parece que los venusianos vengan a invadirnos dentro de poco.