La frontera entre México y Estados Unidos acaba de llegar a un nuevo estadio que difiere mucho de lo que ha ocurrido con los migrantes en los últimos años. Todo se debe al final del Título 42, una ley implantada por Donald Trump que acaba de ser derogada por el gobierno de Joe Biden, para beneficio de las personas migrantes.
Esta norma, impuesta por la Administración de Donald Trump bajo el pretexto de contener la propagación de la pandemia, permitía la expulsión rápida de migrantes, devolviéndolos a México en cuestión de minutos. Sin embargo, su eliminación plantea nuevas incógnitas que la Administración de Joe Biden espera ir resolviendo con el paso de las semanas.
Adiós al Título 42
Esta norma coexistía con el Título 8, otra ley similar que había regido de manera exclusiva durante décadas hasta marzo de 2020. La decisión de aplicar una u otra norma quedaba a discreción de los oficiales de migración, y en la práctica, en las últimas semanas, se había optado mayoritariamente por el Título 8, algo más abierta en sus restricciones pero que permitía de igual forma la detención de migrantes. Durante 2022, más de 1’15 millones de migrantes fueron detenidos por el Título 8, y más de 1’08 millones por el 42.
El Título 8 permitió la deportación de más de tres millones de migrantes durante los ocho años de la Administración de Barack Obama. Pero tras el fin del Título 42, se han integrado novedades a la norma vigente: aquellos que deseen solicitar asilo están obligados a hacerlo a través de una aplicación móvil desde sus países de origen, con el fin de asegurar que su solicitud sea considerada.
Esta obligación ha sido objeto de críticas por parte de los migrantes, quienes consideran que su uso es difícil y que implica tener un acceso adecuado a internet, algo que no siempre es garantizado en sus países. Pero si los migrantes llegan a Estados Unidos sin haber cumplido con este requisito o no son elegibles para el asilo, serán deportados y se les prohibirá intentarlo nuevamente durante al menos cinco años. Y, en caso de ser descubiertos intentando cruzar nuevamente durante ese periodo, se enfrentarán a penas de prisión en Estados Unidos.
Aquellos que cumplan los requisitos para solicitar asilo en Estados Unidos, de igual forma, deberán esperar en un centro de detención mientras se resuelve su caso. Además, tendrán que demostrar que se encuentran en una situación de “miedo creíble”, es decir, que sus vidas corren peligro en sus lugares de origen.
A aquellos que superen esta prueba se les permitirá permanecer en el país mientras sus casos son llevados ante los tribunales de inmigración. Se les otorgará un documento con una cita con un juez en alguna ubicación de Estados Unidos, lo cual les permitirá viajar libremente por el país. Los plazos para resolver los casos varían desde varias semanas hasta varios años. Actualmente, hay dos millones de casos abiertos y los jueces especializados en temas migratorios están abrumados.
Las autoridades estadounidenses esperan que este cambio provoque un aumento en los cruces fronterizos, llegando a alrededor de 13.000 personas diarias, en comparación a las 6.000 de hace apenas unas semanas en días ocupados. Esto también tendrá consecuencias en el tiempo que los funcionarios de inmigración deberán dedicar a completar los procesamientos. Con el Título 42, bastaba entre 10 y 30 minutos para decidir sobre la expulsión, mientras que el proceso requerido por las reglas del Título 8 prolonga ese tiempo a más de una hora.
Esta semana, Estados Unidos también ha implementado una nueva regla de asilo que restringirá en gran medida la posibilidad de que los migrantes que hayan pasado por otro país antes de llegar a la frontera soliciten asilo en Estados Unidos. Esta regla, propuesta a principios de año, considera que esas personas tuvieron la oportunidad de buscar refugio en esos lugares. Sin embargo, aquellos migrantes que obtengan una cita a través de la aplicación CBP One estarán exentos de esta restricción.
Además, el Departamento de Estado tiene planes de abrir aproximadamente 100 centros regionales de procesamiento en el hemisferio occidental, donde los inmigrantes podrán presentar solicitudes para ser aceptados en Estados Unidos, Canadá o España. Por el momento, se sabe poco sobre cómo se llevarán a cabo estos planes.
La combinación de todas estas medidas, que implican tanto proporcionar vías legales, aunque limitadas, como endurecer la seguridad fronteriza para frenar los cruces irregulares, tiene como objetivo desalentar a los migrantes de cruzar la frontera de manera ilegal y evitar un aumento sin precedentes en el número de solicitantes de asilo. Los expertos han señalado una tendencia global de crecimiento migratorio sin precedentes, y estas medidas buscan abordar esta situación de manera controlada y equilibrada.
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