Face ID es una de las características más útiles e innovadoras de los iPhones modernos. Gracias a esta tecnología, no es necesario recordar una contraseña o introducir un patrón para desbloquear nuestro dispositivo. En su lugar, basta con mirar a la pantalla para que Face ID nos reconozca y nos permita acceder al teléfono o usar Apple Pay.
No solo es más cómodo, sino también más seguro, ya que reduce la probabilidad de que alguien adivine o robe nuestra contraseña. Pero Face ID va más allá, el reconocimiento de nuestro movimiento también se usa para enviar Memojis o para aplicaciones que capturan las expresiones para diferentes usos, y aquí entra en juego algo clave: la iluminación ambiental.
Una cuestión de iluminación
Cuando hablamos de captura de movimiento, no de identificación, hay ocasiones en las que Face ID puede resultar menos fiable, especialmente cuando intentamos usarlo en condiciones de poca luz o en la oscuridad total. En estas circunstancias ¿qué hacemos? ¿Encendemos una luz? No siempre es una opción.
Aquí la mejor idea es utilizar el brillo de la misma pantalla. Subir el brillo al máximo nos puede iluminar la cara y permitir que el teléfono nos reconozca, como haría normalmente. Con esto hemos de poder enviar Memojis utilizando la cámara frontal en la oscuridad o usos equivalentes.
Mientras, y solo como comentario, recordemos que Face ID cuenta con un iluminador que nos permite desbloquear nuestro iPhone incluso en la oscuridad total. Así, para acceder al teléfono, el brillo que tengamos en ese momento nada tiene que ver con el éxito de la identificación.
Y algunos consejos para mejorar Face ID
El éxito de la identificación, como decimos, tiene que ver con otros factores. Aunque el sistema está entrenado para aprender de los cambios en nuestro rostros, cambios muy repentinos pueden despistarlo durante unos días. Cambios como cuando estrenamos nuevas gafas (muy distintas de las anteriores) o si nos hacemos un corte de pelo radical. En estos casos, puede sernos útil actualizar nuestro perfil de Face ID para que el teléfono aprenda a reconocernos con nuestros nuevos cambios.
Para hacer esto, simplemente abrimos la app Ajustes, entramos en Face ID y contraseña, eliminamos la cara que tenemos configurada y la añadimos de nuevo. Este no es un proceso que debemos repetir con frecuencia, pues de hacerlo impedimos que el sistema aprenda y mejore con los desbloqueos, pero que en algún momento dado sí es interesante tener presente.
Aunque Face ID es realmente preciso y nos facilita enormemente el uso de nuestros dispositivos, hay ocasiones muy concretas en las que puede ser menos fiable, especialmente en la oscuridad. En este caso, un poco de brillo de nuestro mismo iPhone o iPad será suficiente para enviar nuestros Memoji. Mientras, si lo queremos es desbloquear el dispositivo, solo tenemos que mirarlo. El sistema True Depth, casi como Siri, se ocupa de todo.
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